sábado, 11 de febrero de 2017

OBISPO BERNARD FELLAY, SUPERIOR GRAL. DE LA SSPX (Tradicional"ISTA") CONFIRMA QUE EL ACUERDO CON LOS MODERNISTAS Y SU LIDER JORGE MARIO BERGOGLIO, YA ES UN HECHO.




El domingo 28 de enero de 2017, Mons. Bernard Fellay, superior general de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (alias Fraternidad de los Apóstoles de Jesús y María), concedió una entrevista a TV Libertés (TVL), una WebTV privada francesa; se puede encontrar el texto íntegro de la entrevista traducida al italiano por la misma Fraternidad (con el video en lengua original francesa) en la siguiente dirección:http://www.sanpiox.it/attualita/1910-intervista-a-sua-eccellenza-mons-bernard-fellay
Las palabras que más impactaron a la opinión pública, especialmente entre los llamados “católicos tradicionalistas”, fueron aquellas, un poco pintorescas, con las que el superior de la Fraternidad describió el estado de las tratativas para llegar al tristemente célebre “acuerdo” con los modernistas : así a este acuerdo no le faltaría más que “el sello”. Entusiasmo entre los favorables, duelo, inquietud y consternación entre los opositores al acuerdo en cuestión (con la sorpresa de encontrar entre estos últimos a personas que hasta hace poco tiempo pensaban diferentemente y que quizás hoy todavía asisten tranquilamente el domingo a la “misa” de un “sacerdote” que celebra en virtud del Motu Proprio Summorum Pontificum o que depende de Ecclesia Dei, y que por tanto vive en el “acuerdo” tranquilamente todos los días).
Las palabras con las que Mons. Fellay explica tranquilamente, tanto al que teme el acuerdo como al que lo desea, que el acuerdo en realidad ya existe desde hace un buen tiempo, y que preceden inmediatamente a la evocación del ahora famoso sello que falta de parte de J.M. Bergoglio (¿por cuánto tiempo más?), han escapado a la mayoría, por no decir a todos:
“He tratado este problema con el Papa mismo, y ambos estamos de acuerdo. Ya hay ahora un cierto número de disposiciones prácticas que hacen el cisma prácticamente imposible. Es decir que, de hecho, en los actos de todos los días, expresamos a Roma, mostramos nuestra sumisión, reconocemos a estas autoridades, y no sólo en la misa mencionando el nombre del papa y del obispo local en el canon de la misa, sino que también está el ejemplo del papa que nos da la facultad para confesar. También hay actos jurídicos. Es un poco complicado de explicar, pero puede suceder que un sacerdote cometa delitos canónicos, y tenemos relaciones con Roma que nos pide juzgar estos casos. Son realmente relaciones normales. No se trata sólo de la confesión. Este verano se ha confirmado que el superior general puede ordenar libremente a los sacerdotes de la Fraternidad, sin tener que pedir permiso al obispo local. Es un texto de Roma, no se ha publicado sobre los techos, pero que permite a la Fraternidad ordenar lícitamente (de hecho dice que el superior puede ordenar “libremente”). Son actos realizados que son jurídicos, son canónicos, que ya están en aplicación, y que, en mi opinión, suprimen la posibilidad de un cisma. Evidentemente, siempre hay que estar atentos, por supuesto”.
Las palabras de Mons. Fellay son sin equívoco: ya ahora, y desde hace tiempo, en los actos de todos los días, existen relaciones normales –de carácter jurídico y canónico– entre la Fraternidad San Pío X y los modernistas (reconocidos por Mons. Fellay como “Santa Sede”). Nos impresiona un poco ver que Mons. Fellay nos da la razón, mientras que contradice al ex-superior del distrito italiano para quien hablar de acuerdos en curso era un signo cierto de paranoia (http://www.sanpiox.it/vita-del-distretto/1648-intervista-a-don-pierpaolo-petrucci-2). Como hemos recordado en el Comunicado de nuestro Instituto del 3 de septiembre de 2015, “El fin de un equívoco” (http://www.sodalitiumpianum.it/56/), y en la entrevista del Padre Ricossa a Rivarol(http://www.sodalitium.eu/abbe-francesco-ricossa-luther-revenait-terre-trouverait-bergoglio-progressiste/), el llamado acuerdo o regularización canónica ya es una realidad, desde 2015 y probablemente desde mucho antes:
“El famoso acuerdo, en mi opinión, ya está hecho. La FSSPX ya ha recibido de los modernistas, el 5 de junio de 2015, el poder de juzgar en primera instancia a sus propios súbditos, lo cual no se puede hacer si no se tiene jurisdicción; la Fraternidad ha sido reconocida, el 17 de marzo de 2015, por la diócesis de Buenos Aires como sociedad de derecho eclesiástico, erigida canónicamente; la Fraternidad ha recibido el 1ro de septiembre de 2015 el poder de confesar y absolver durante el llamado año de la misericordia, y además desde el 21 de noviembre este poder se convierte en permanente, lo que equivale a dar objetivamente a la FSPX una jurisdicción ordinaria. Recientemente, el 22 de junio, en ocasión de las ordenaciones en Zaitzkofen, Alemania,ha sido oficialmente autorizada para realizar ordenaciones sacerdotales, lo que muestra que la FSPX ya está reconocida. Sólo falta darle el cuadro oficial de la prelatura personal y anunciarlo públicamente a aquellos que todavía no lo han comprendido. Se ha procedido de esta manera con el fin de evitar las dificultades conocidas en el pasado: evitar que fuertes oposiciones públicas se manifiesten contra el acuerdo, a la derecha por la franja anti-acuerdista de la FSPX y a la izquierda por los modernistas hostiles a un acuerdo con los lefebvristas. Esta estrategia ha demostrado ser muy eficaz, y es plenamente conforme al estilo de Bergoglio: dejar que los teólogos discutan, mientras que el hombre de Iglesia (o el que ocupa su lugar), en la praxis, va hacia adelante” (entrevista a Rivarol nº 3259, 24 de noviembre de 2016).
Ya no hay ninguna diferencia sustancial entre la Fraternidad San Pío X, por un lado y, por ejemplo, la Fraternidad San Pedro o el Instituto del Buen Pastor (ambos hijos de la Fraternidad San Pío X) o un sacerdote que celebra con el Motu Proprio Summorum Pontificum, por otro lado (igualmente por lo que mira al riesgo de recibir los sacramentos de manera inválida, ya que en la Fraternidad San Pío X cada vez hay más “sacerdotes” ordenados de manera dudosamente válida con el nuevo rito o por obispos consagrados dudosamente con el nuevo rito, que ya no son ordenados bajo condición).
A pesar de la tragedia de un triste naufragio espiritual para tantos sacerdotes y fieles, podemos alegrarnos al menos de que la “normalización canónica” de la Fraternidad clarificará la situación, al menos para aquellos que no quieren ser ciegos voluntarios.
Por desgracia, la Fraternidad pasa, pero el lefebvrismo queda (y la misma causa producirá mañana los mismos efectos). Los acuerdos de hoy son la consecuencia lógica de que la Fraternidad San Pío X y su fundador, Mons Lefebvre, siempre han reconocido en los modernistas la legítima autoridad de la Iglesia: en las declaraciones públicas, en las celebraciones litúrgicas (“una cum”), en la persecución de los católicos (sacerdotes, seminaristas y fieles) que se niegan a reconocer dicha legitimidad.
En espera del “sello” de Bergoglio, aquel que invoca a Mons. Lefebvre para continuar “resistiendo” trata de juntar en torno a sí a los católicos fieles; ¿pero para llevarlos adonde?
Mons. Williamson (Iniciativa San Marcelo) invita a los “resistentes” a reconocer en Bergoglio al Santo Padre, y les autoriza, en caso de necesidad, a asistir a la nueva misa montiniana (cuya validez estaría certificada por improbables milagros eucarísticos); la revista “Sí sí, no no”, principal apoyo de Mons. Williamson en Italia, ha tratado de demostrar no sólo la validez sino incluso la legitimidad y la licitud de la reforma litúrgica montiniana de los sacramentos (confirmación, eucaristía, orden, extremaunción), bastante lógicamente, por otra parte, ya que Pablo VI y todos sus sucesores serían de manera indudable los Vicarios de Cristo y la Prima Sedes que nadie puede juzgar.

Para los “resistentes” entonces (los de fuera de la Fraternidad, o incluso los de dentro en espera del “sello” para salir):

- tenemos un Papa, Vicario de Cristo, Su Santidad Francisco, que goza de pleno poder de jurisdicción para enseñar (faliblemente) y gobernar;
- tenemos en cada diócesis obispos legítimos en comunión con él;
- tenemos en cada iglesia del mundo el Santo Sacrificio de la Misa, incluso según el rito promulgado por Pablo VI, perfectamente válido y confirmado por milagros celestiales;
- tenemos los sacramentos, siempre según el rito montiniano, perfectamente lícitos, legítimos y válidos...

¿A qué resisten entonces los resistentes? Al sello (por el momento).

4 de febrero de 2017
Visto en: Integrismo.over.

11 comentarios:

  1. y era de imaginarse!.....que sean felices y coman perdices que les enviará su "papa".....-cosas de herejes....qué se puede esperar!

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  2. fellay por la CIA Y EL MUSLIN OBAMA, AMIGO DE RATSINGER Y BERGOGLIO. Es coherente con la iglesia conciliar. Dios nos libre de las potencias de sinagoga de satanás. Muchas misas para salvar nuestras almas.

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  3. Dr. Carlos Diaz Lujan12 de febrero de 2017, 16:10

    1. El acuerdo con los modernistas no es de orden doctrinal, sino de orden disciplinario. Como tal, es un "mal necesario" que los hechos nos piden tolerar o, si se quiere, sufrir, por el momento, hasta que tengamos mas fuerza contra el enemigo.


    2. Ya que no es de orden doctrinal, el disciplinario acuerdo con los modernistas no exige abandonar ninguna de nuestras creencias, ni aceptar ninguno de los errores del modernismo o del Vaticano II. Tampoco exige entregar a los modernistas ninguna de las propiedades de la FSSPX.


    3. El acuerdo con los modernistas nos ayudara a cumplir nuestro deber de intentar regresar a la Tradición, o sea rescatar, a todos nuestros hermanos que por ignorancia, ceguera, error o respeto humano se encuentran rehenes de la secta modernista en control del Vaticano.


    4. Los que critican el acuerdo con los modernistas no ofrecen ningún plan, solución o propuesta alternativa para recuperar lo que los modernistas le han usurpado al Cuerpo Místico de Cristo. Solo saben criticar y proponer que no hagamos nada por rescatar a nuestros hermanos rehenes de la secta modernista y recuperar para la Tradición lo que los modernistas nos han robado.


    5. Siempre que el acuerdo sea bajo los puntos arriba mencionados, no existe razón para combatir lo que gestiona Mons. Bernard Fellay, una autoridad legítima con un probado historial de defensor de la fe. El merece el beneficio de la duda y nuestro respeto y lealtad.

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    1. OK pero igual es un peligro meterse con esos traidores de merdis. No se sabe en que momento van a dar el zarpazo, pero que eso es lo que buscan los muy ladinos no tengo dudas.

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    2. Respondo al Dr.Diaz Lujan:
      1. El "orden disciplinario" en la Iglesia Católica, es consecuencia del "orden doctrinal". Reconocer autoridad en los herejes (en contra del Magisterio de la Iglesia: Doctrina y Leyes) es subordinarse a una jurisdicción ilegítima e inexistente. Reconocer a un anti-papa (en este caso Bergoglio) es un acto de idolatría, además de ir contra el mandato del Apóstol de apartarse del hereje, y de no tener trato ni comunión con él. El Código de Derecho Canónico (reflejando la Doctrina establecida en la Bula de Pablo IV (cuarto) "Cum ex apostolatus oficcio") en el canon 188.4 dice claramente que el hereje -en caso que hubiera tenido cargo- lo PIERDE IPSO FACTO, por tanto carece de jurisdicción para imponer, por ejemplo, "orden disciplinar. Quien pierde lo más, pierde lo menos.

      2. Ustedes han perdido la noción de la Infalibilidad del Magisterio Infalible y de la Indefectibilidad de la Fe de Pedro en cuanto Principio y Fuente de la Fe de la Iglesia. San Roberto Belarmino y San Alfonso de Ligorio sostienen que el Papa -legítimo y válido Sucesor de San Pedro- es asistido aún privadamente para no errar en la Fe, y que por tanto un Papa no puede enseñar errores, pues es él el Fundamento de la Fe y de la disciplina de la Iglesia.

      3. NO PUEDE haber acuerdo entre la luz y las tinieblas: el Modernismo está condenado por la Iglesia, por tanto si cualquier autoridad jerárquica de la Iglesia Católica abrazara los perversas doctrinas del Modernismo: como por ejemplo la libertad religiosa, quedaría fuera de la Iglesia y perdería el cargo y la jurisdicción, y los fieles católicos no tendrían porqué subordinarse a alguien que no es jerarquía. Ustedes vuelven a equivocarse!!!

      El "plan" que ofrecemos los que no aceptamos las ambiguedades de la FSSPX es simple: ya que los herejes no son nada en la Iglesia y están fuera de Ella, no podemos tener trato con ellos. La consecuencia clara y sencilla para seguir siendo católicos es la pública declaración de la Sede vacante...y obrar en consecuencia. No necesitamos el visto bueno -o la aprobación- de los herejes para ser católicos.
      El Diablo les ha tendido una trampa haciendoles creer que dialogando con el Tentador van a salir triunfantes: al enemigo se lo combate, no se dialoga...ejemplo de ello Eva: dialogó y sucumbió.

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    3. 4. No merece ni respeto ni lealtad quien juega con la vida eterna de las almas.
      Simón Del Temple

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  4. Si los de este blog son sedevacantes, que más les da lo que haga Fellay.

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    1. Es verdad que no nos interesa lo que haga Mons. Fellay, solo que compartimos este análisis de la situación. Más aún le digo que creemos que Fellay está haciendo lo que Mons. Lefebvre hubiese hecho, por eso es que eligio como sus sucesores a los cuatro obispos que consagró y no a Morello, Ceriani, Meramo y compañía.

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    2. Pues se han equivocado fiero en el análisis gracias a Dios.

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  5. Todo parece indicar que estamos asistiendo a la lenta y penosa muerte de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, a manos de los astutos modernistas romanos, y los liberales objetivamente traidores de la Fraternidad, subjetivamente quizás ingenuos, Dios lo sabe. Toda una serie de entrevistas a Mons. Fellay y a Mons. Pozzo están preparando a la opinión pública para dar la bienvenida a la noticia de la erección de la Prelatura San Pío X. El diablo entonces habrá logrado su cometido, tras muy largos años de persistente labor, para acabar con el gran baluarte creado por Mons. Lefebvre para defensa de la Tradición y combate contra el Modernismo desatado en el concilio Vaticano II.

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  6. Es absolutamente indignante que piensen y hagan pensar(los da la FSSPX) que la Iglesia pueda tener en su seno ¡y como autoridad! a los negadores de la pureza doctrinal de la Iglesia. Realmente
    hacen pensar que el Diablo " como león rugiente buscando a quien devorar" se los ha engullido, bajo capa de defensores de la Tradición!!!
    Simón Del Temple

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