Por: Nito Sosa
Veo a muchos expresarse contra la guerra, como si dependiera de cada uno de nosotros que la guerra cese en cualquier parte del mundo. Muchos los dicen por lo que ocurre entre Ucrania y Rusia, pero nada dicen respecto a lo que ocurre en nuestro país, donde la Guerra Social, mal llamada "INSEGURIDAD" todo los días mata a miles de personas en cualquier gran ciudad y particularmente en el conurbano, pero acá lo aceptamos como mansos corderos, nadie abre la boca. Sucede que la guerra entre Ucrania y Rusia, la muestran los medios de comunicaciones, entonces sí sensibiliza a la masificada sociedad Argentina. Pero, muchos pseudo intelectuales y de los otros, hablan de "Paz" donde conceptualmente para ellos se la define a la Paz, como "falto de guerra", cuando con esa actitud pacifista, con esa actitud de cobardía, demuestra como se ha perdido la valentía y la virilidad, ya que prefieren vivir como esclavo, como seres indignos, pero en una supuesta Paz. Para que se dé la PAZ , tiene que existir "tranquilidad en el Orden", por supuesto tiene que haber justicia y sin justicia no hay paz; entonces deberíamos preguntarnos ¿Existe justicia en su carácter intrínseco en Argentina? Claro que no, pero tampoco se debe entender a la justicia como aplicación de la ley sólamente. Hace unos días hablaba con una persona y le decía sobre la importancia de las palabras, cosa que se viene atacando desde la aplicación del constructivismo, de la Psicogenesis de la lectoescritura, allá por la mitad de la década de los 80, en tiempos de Alfonsín; donde se atacó a la "Palabra" propio de la guerra semántica de la cual también somos víctimas, como jamás ocurriera y si se atacan las palabras, subvirtiéndolas, se atacan los conceptos y si se atacan los conceptos irremediablemente se atacan los sistemas de vida, cosa que es más que redundante hablar sobre ese tema. Me preocupa de sobremanera donde hoy muchos se expresan por las redes sociales, pero con una carencia conceptual que alarma y además resulta una clara evidencia el desastre cultural que ha producido la revolución gramsciana en la inteligencia de los argentinos. Claramente, Argentina está en vías de disolución y es necesario decirlo, como el pueblo ha sido subvertido sin que se haya dado cuenta, donde hoy se asumen cuestiones con total naturalidad, cuando otrora resultaban verdaderamente condenables. La disolución a la que hago referencia, no es un eslogan sino que nuestra religión Católica, nuestras tradiciones hispanas-Occidentales, nuestra filosofía griega, el orden romano dado a través del derecho, la Política y por supuesto el Orden Militar, la familia tradicional, poco a poco la fueron desapareciendo y sobre ellos estaban dada las bases de nuestra Patria, de nuestra Nación, ya casi no nos queda nada. Espero que haya argentinos que reaccionen, porque ninguna guerra termina sino impone su dominio total y ello implica muerte, derramamiento de sangre y la esclavitud.
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