miércoles, 21 de mayo de 2025

EN FRANCIA MUCHAS IGLESIAS HISTÓRICAS ESTÁN EN VENTA

 


En Francia, cada año se desacralizan y se ponen a la venta entre 10 y 15 iglesias. Este año se puede adquirir una iglesia neogótica cerca de Clermont-Ferrand (380,000 €), una antigua basílica clasificada como Monumento Histórico a 15 minutos de Poitiers (950,000 €), una iglesia del siglo XVII, también catalogada, en una isla del Loira (100,000 €), una iglesia de principios del siglo XX en Bretaña (330,000 €) y la capilla del antiguo convento de las Carmelitas de Niort (220,000 €).
Y la diócesis de Nancy-Toul ha puesto a la venta la iglesia Notre-Dame-de-Franchepré en Joeuf, que el alcalde tiene previsto convertir en un museo del fútbol, en homenaje a Michel Platini, hijo predilecto de la localidad. La diócesis de Arras vende la iglesia Saint-Edouard de Lens, y la agencia encargada de la transacción ha publicado un anuncio en la página web Leboncoin.
Esta iglesia, construida a principios del siglo XX para una población minera, está catalogada como monumento histórico desde 2009, pero se presenta como un inmueble cualquiera: "Se vende casa de 4 habitaciones, 539 m2, 362,500 €. Iglesia con ubicación ideal, ofrece múltiples posibilidades.
Deje volar su imaginación con esta propiedad muy poco común en venta". El obispado intenta tranquilizar a los católicos, a quienes la venta de una iglesia les parece legítimamente chocante, asegurándoles que se prohibirá cualquier actividad contraria a la moral: venta de bebidas, discoteca o sala de juegos... La iglesia de Saint-Edouard solo reúne a un puñado de fieles y su mantenimiento es demasiado costoso.
Hace ya un año que no se celebra la misa. El obispo de Arras, monseñor Olivier Leborgne, considera que ahora hay que unir fuerzas "agrupándose en torno a oasis". La imagen es elocuente: pequeños "oasis" en medio de un páramo árido. Tal es el estado de la Iglesia en Francia, con un 2% de practicantes: un desierto espiritual, doctrinal, moral, litúrgico... y algunos islotes dispersos aquí y allá.
Nos consolamos con palabras grandilocuentes destinadas a ocultar males muy reales, ¡es cierto que el desierto es un lugar donde es fácil confundir los espejismos con milagros! Las iglesias están vacías, hay que venderlas, pero se habla de un "soplo nuevo".
Los seminarios cierran, la edad media del clero es de 75 años, y por cada sacerdote ordenado hay al menos diez fallecidos, pero se felicitan por un "nuevo Pentecostés". Los obispos gestionan la quiebra, liquidan el patrimonio —no solo inmobiliario—, pero se regocijan por la "renovación" aportada por las reformas del Vaticano II, decretadas "irreversibles".
Todo está permitido, excepto la experiencia de la Tradición. Todo está autorizado, excepto la celebración de la misa tridentina. Se agita el fantasma de un "retroceso" que sería —como bien saben los ideólogos mitrados— un retorno a la realidad, es decir, una desautorización del sueño conciliar, convertido hoy en una verdadera pesadilla estadística y económica.
Así que se prefiere malvender las iglesias y, con ellas, el tesoro espiritual de la Iglesia.

Padre Alain Lorans

Visto en: https://fsspx.news/es

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