viernes, 7 de noviembre de 2025

LOS DERECHOS HUMANOS, SEGÚN EL GRAL. PERÓN.

Los “DERECHOS DEL RECIÉN NACIDO” y "NECESIDADES DEL NIÑO" –concebidos por Ramón Carrillo y publicados en su libro "Nace un Hijo" en 1951– sirvieron de base a la Asamblea General de las Naciones Unidas para elaborar y proclamar en 1959 la “Declaración de los Derechos del Niño”, resolución 1386 (XIV), del 20 de noviembre de 1959. MINISTERIO DE SALUD PÚBLICA DE LA NACIÓN Resolución 41749 del 27/12/1951: "…Resuelve: que se distribuya gratuitamente la Primera Edición del libro “Nace un hijo” entre todas las madres argentinas, dando especial preferencia a las que trabajan, en oficinas, fábricas o talleres." (Memoria del MSPN, junio 1946 a mayo 1952, p. 419). 


"Estas páginas, dedicadas a las madres, sobre todo a las madres humildes, a las madres del pueblo, laboriosas y fecundas, han sido escritas con el pensamiento puesto en el porvenir de la Patria. Porvenir que cobra vida en cada uno de los niños que nacen de un extremo a otro de su inmenso territorio." (Ramón Carrillo; "Nace un Hijo". Prólogo, pág. 13). 
LOS DERECHOS DEL RECIÉN NACIDO I. Derecho a tener padre y madre. II. Derecho a ser deseado y recibido con alegría y tranquilidad. III. Derecho a que se le suministre el mejor alimento: la leche de su propia madre. IV. Derecho a que se le eduque desde su nacimiento. V. Derecho a que se investiguen las causas de su llanto. VI. Derecho a la luz, al sol y al aire libre. VII. Derecho a tener un ajuar adecuado y limpio. VIII. Derecho a dormir solo en su cuna. IX. Derecho a no ser juguete de los mayores. X. Derecho a la higiene. XI. Derecho a la asistencia médica. XII. Derecho a que sus padres sepan cómo se desarrolla. "Toda necesidad, en un niño, es un derecho. La idea de un derecho determinado es una abstracción del espíritu; la noción de necesidad es algo concreto, emergente de la biología.” "Ahora señalamos las necesidades del niño en su avance, como niño, por los caminos de la vida." NECESIDADES DEL NIÑO 1. PREVISIÓN Necesita llegar a la vida con un máximo de seguridad y un mínimo de previsiones para su porvenir. 2. HOGAR Necesita un hogar bien constituido e ignorar las diferencias entre sus padres. 3. ASISTENCIA Necesita protección jurídica y sanitaria. 4. COMPRENSIÓN Necesita ser comprendido y tratado con amor y cariño. 5. ALEGRÍA Necesita jugar y gozar de la compañía de otros niños, para su esparcimiento. 6. NATURALEZA Necesita tener contacto con la naturaleza en un ambiente optimista. 7. ROPA Y TECHO Necesita poseer ropa higiénica y vivir bajo un techo confortable, protegido contra toda inclemencia del tiempo. 8. ALIMENTO Necesita una alimentación agradable, apropiada y suficiente. 9. EDUCACIÓN Necesita una educación formativa, intelectual, moral, social y física. 10. VOCACIÓN Necesita poder desarrollar sus nobles inclinaciones naturales y su propia vocación. 11. PATRIA Necesita tener Patria y amarla. 12. DIOS Necesita conocer a Dios y el eterno destino del hombre. "Velen los padres por el futuro del niño y resuelvan sus problemas, de cambiante naturaleza, a medida que transcurren los años, con el mismo celo." "Recuerden que no basta que el retoño del rosal haya prendido en tierra óptima; es preciso regar la tierra, darle apoyo hasta que se sostenga por sí mismo, podarle a tiempo y resguardarle siempre de los malos vientos. Así, y solamente así, él también dará rosas en el futuro." Ramón Carrillo (Nace un Hijo, 1951)

martes, 4 de noviembre de 2025

¿POR QUÉ AMÉRICA ROMÁNICA?



Por: Primo Siena.-
El territorio genéricamente conocido como América Latina o Iberoamérica, se extiende entre el golfo de California y el extremo austral de Cabo de Hornos.
Se trata de un espacio donde, después de la conquista ibérica, domina el habla romance (castellano y portugués), por lo que el mayor filólogo clásico argentino del Siglo Veinte, Carlos Alberto Disandro*, se atrevió a denominarlo, acertadamente América Románica , para distinguirlo de aquello de la América puritana de habla anglófona poblada, antes de la colonización europea, por tribus autóctonas de recolectores y cazadores emigrantes.
Los territorios de América Latina, antes de la llegada de los ibéricos, fueron habitados por sociedades piramidales de cultura agraria y rituales: pueblos de civilización superior, afincados en sus tierras como los Mayas, Toltecas y Aztecas en el centro-nord y por las etnias Quechua y Aimara en el centro-sur.
La denominación propuesta por Carlos Alberto Disandro* se justifica por una doble referencia: en primer lugar por considerar que la denominación de América Latina es semánticamente gastada siendo acuñada alrededor de 1856 en París, y atribuida tanto a Michel Chevalier, ideólogo de la teoría “Panlatina” funcional a los proyectos políticos de Napoleón III y asumida pronto
por intelectuales positivistas, entre ellos, el liberal-progresista chileno Francisco Bilbao, quien la utilizó en una conferencia dictada en Francia en 1856 y luego trasladada en nuestro continente.
Y en segundo término porque definiciones como América hispana o ibérica son expresiones reduccionistas de una realidad geopolítica más intensa y profunda , virtualmente proyectada en el espacio interno de la Romanicidad según la afirmación del eminente poeta euroamericano Thomas Stearns Eliot, quien reconoce:
La idea indoeuropea y romana de Imperium, bien esclarecida por el tradicionalista italiano Julius Evola, guarda evidentes afinidades con el concepto de Hispanidad que encierra, a su vez, un sentido de Imperio ecuménico; mientras que nada tiene que ver con el nacionalismo ilustrado de tipo francés o con il “imperialismo dominador” de los ingleses.
Roma, como bien aclara Carlos Disandro *, fue siempre imperial tanto en la breve era monárquica como en las épocas sucesivas porque “este era el designio guardado en su destino”.
Esa vocación imperial se manifestó en la definición y evolución del Derecho Romano y en el cultivo de su lengua latina que, propagándose en los pueblos conquistados – como recordaba en un lejano 14 de noviembre de 1947, un destacado hombre de armas y de cultura, Juan Domingo Perón – contribuyó a universalizar y a refundir en el mundo, en aquel entonces, la cultura griego-romana, matriz de la civilización occidental.

LAS DOS AMÉRICAS: LA ROMÁNICA Y LA FENICIA


Dr. Carlos Alberto Disandro*

El continente americano ingresa a la historia universal en el espacio geopolítico abierto por el Imperio Romano, con sus prolongaciones medievales y las tensiones religiosas de los siglos XVI y XVII.
En esta perspectiva, la América Hispana ocupa un espacio interno del Imperio Romano, mientras que la América Septentrional se extiende a la periferia del mismo espacio. De aquí la polaridad entre la Hispania romanizada y el espacio de la Britania (los Países anglosajones de hoy) “separada de casi todo el orbe”, como observó en su tiempo el poeta Virgilio con respeto de los antiguos britanos.
De aquí que el espacio geopolítico del Imperio Romano-Ibérico (coincidente con los Países del Virreinato de las Indias Occidentales conquistadas por españoles y el imperio portugués de Brasil) sea necesariamente en posición antagónica al espacio geopolítico de Norteamérica, ocupado mayoritariamente por Estados Unidos y que asume las características de una America fenicia frente a la idiosincrasia de la América Románica.
En el espacio de la América anglófona, se fue desarrollando con el tiempo la concepción thalasocrática de una geopolítica marítima de tipo fenicio, asociada a la doctrina religiosa del calvinismo (el suceso económico es un signo de la predilección de Dios).
En el espacio de la América Ibérica, el catolicismo predominante queda pegado a una concepción geopolítica territorial de tipo románico, donde el navegar significa “dirigirse a tierra firme”, constituyendo esa actitud la tarea y la finalidad principal del navegante.
La polaridad entre las dos Américas se refleja en los respectivos procesos de formación y desarrollo de los distintos movimientos de independencia.