Sobre el Sedevacantismo se ha dicho lo que se ha querido, muchos han opinado sobre esta posición teológica y canónica católica sin conocer en profundidad sus verdaderos orígenes y desarrollo, sus verdaderos protagonistas --eclesiásticos de la mayor relevancia jerárquica como intelectual--, sus verdaderos y graves fundamentos dogmáticos, su imperiosa razón de defender a los católicos de la grave apostasía y cisma en el que ahora viven y malviven. Paradójica y curiosamente sus máximos enemigos y detractores han sido aquellos que se dicen "defensores de la tradición católica", estos son los falsos tradicionalistas, todos ellos ex miembros de la FSSPX a la cual hoy día calumnian y difaman con un diabólico resentimiento; dirigidos por una élite infiltrada con psudosteólogos que inventaron laberínticas "tesis" rabínicas-dominicas-jesuíticas, y de una gran malicia al servicio del complot judeo-masónico, y secundados por la complicidad y servilismo de una mayoría de incautos que movidos siempre por la ingenuidad de una cómoda negligencia se alimentan de las "teologías" y de los "teólogos" del facebook o de los blog de la internet. Frente a todos estos paracaidístas devenidos en estos últimos meses al "sedevacantismo" los hay de muchos colores, entre ellos contamos a los desilucionados por el coqueteo de Jorge Bergoglio con los Protestantes, Judíos y Musulmanes, como si Ratzinger, Wojtila y Montini no lo hubiesen hecho antes, estos nuevos "sedevacantistas" creen que solo Bergoglio es hereje formal y material y por lo tanto no es papa, pero los muy incautos "ignorantes en la cuestión" aceptan la misa nueva y los sacramentos dados con el nuevo ritual inválido e ilegítimo de Paulo VI. Los Católicos fieles creemos firmemente que el último Papa de la Iglesia Católica Apostólica Romana fue S.S Pío XII y que de allí por defecto y consecuencia de la Grana Apostasía ha cesado la institución del cónclave y cualquier iniciativa al respecto, solo será una delirante intentona.
Apreciados amigos de Legión Católica: Una Pregunta. Jesucristo, siendo Dios y Hombre verdadero, tuvo en su Mente de Persona Divina -la Segunda- todas las formas posibles de fundar Su Iglesia, entre ellas estaba la de enseñar, regir y santificar -en Persona y visiblemente- a los hombres de los siglos que venían por delante de la manera que lo hizo después de Su Resurrección, que se aparecía a los Apóstoles, a los discípulos -una vez a más de quinientos dice San Pablo- para explicarles las Escrituras y darles poderes sobrenaturales: perdonar los pecados, renovar el Santo sacrificio, expulsar demonios en Su Nombre, predicar hasta con milagros, bautizar y extender la Iglesia -como Reino establecido para la salvación de todos los hombres, pues fuera de este Reino no hay salvación..., pero, sin embargo, si no Ascendía a los Cielos no vendría el Espíritu Santo "para enseñar toda verdad", y los Apóstoles lo vieron el día de Su Ascensión y diez días después recibieron el Espíritu Santo. Pero como el obrar divino no es por azar, sino que realiza en el tiempo lo que eternamente pensó y quiso, constituyó a un hombre por Cabeza Visible de ese Reino, el cual -como define la Iglesia Católica como Dogma- debía tener perpetuos sucesores hasta Su Parusía. Sabemos por San Pablo que antes de la Parusía debía venir la Gran Apostasía antes que se hiciera manifiesto el hombre de pecado, el inicuo adversario de Cristo, pero en ninguna parte de la Escritura está revocada la decisión de Jesucristo de que la Iglesia Católica dejara de tener Cabeza Visible y algo impidiera que tuviera. Ahora bien, sabemos por la Historia que en la Iglesia hubo períodos que se tardó en tener un Papa, e incluso hubo hasta tres que pretendían el cargo papal, pero NUNCA antes había acontecido la Gran Apostasía, y todavía había tiempo. Recién en el período que la Profecía del Apocalipsis llama "Filadelfia", Jesucristo le anuncia "VENGO PRONTO". El ya había dado las señales próximas a Su Vuelta y San Pablo categóricamente enseña que no habrá Segunda Vuelta de Jesucristo, sin la aparición de la Gran Apostasía junto con la manifestación del Anticristo. Entonces, o bien no estamos en la Gran Apostasía, cosa que niega la misma realidad, o se acabó el tiempo y Jesucristo ya vino y rige El mismo en Persona los destinos de la Iglesia, lo cual también niega la realidad porque ni se acabó el tiempo ni volvió Jesucristo, pero estamos inmersos en el período de la Gran Apostasía -lo cual es innegable- y la Iglesia Militante continúa -pues es su esencia- siendo infalible e indefectible, por tanto las mismas circunstancias CLAMAN la presencia visible de la Cabeza instituida por Jesucristo, para seguir enseñando, rigiendo y santificando a las almas hasta Su Vuelta.
ResponderEliminarEntonces si "cualquier iniciativa" -para tener un Papa- es "una delirante intentona" -y aquí va la pregunta- ¿cómo se concilia la perpetuidad del cargo papal (Dogma de FE) con una concepción acéfala y quietista de dejar que Dios actúe sin los hombres, cuando El mismo ha querido que las causas segundas actúen unas sobre otras (Enseña Santo Tomás y San Buenaventura, por ej.) para obtener el fin propuesto por el mismo Dios? ¿Cuál es la razón para no tener un Papa legítimo y verdadero? Por favor no me contesten repitiendo lo del "concilio imperfecto" o "que no hay legítimos electores: los Cardenales" etc. ¿Por qué razón se desobedece a la Iglesia, y nada menos que en un Dogma, para no poner los medios existentes en el Derecho y en la Doctrina para que San Pedro tenga "perpetuos sucesores", pues Jesucristo todavía no volvió?
Simón Del Temple
Todo lo que dices estimado Simón Del Temple es verdad y es muy razonable desde la Fe y el Magisterio; no te vamos a salir conlo del "concilio imperfecto" o "que no hay legítimos electores: los Cardenales" etc. ya que la Iglesia tiene sus propios medios que Jesucristo Señor Nuestro le ha dejado. Lo que desgraciadamente no hay es MATERIAL HUMANO, para realizar semejante cónclave; si tiras algunos nombres de católicos íntegros, sean estos obispos, sacerdotes o laicos, se podrá comenzar alguito.
ResponderEliminarHaber, hay, pues sino se hubiera acabado la Iglesia, porque hubiera desaparecido la Fe, y no es así.
ResponderEliminarCon respecto a los clérigos, solo habría que contar con la validez de su ordenación o consagración, aunque sepamos la ausencia de jurisdicción que objetivamente tienen. Todos sabemos que existen seglares de Fe "íntegra e inviolada", de lo contrario ni siquiera lo estaríamos proponiendo.
El "alguito" para comenzar consistiría en establecer en los distintos países donde existen fieles o clérigos católicos y sedevacantistas, una lista de nombres e invitarlos a un lugar común y deliberar qué hacer. En cada país habría que empezar a organizar este encuentro, para que finalmente la "meritocracia aristócrata" (clérigos y fieles) sea lo que quede en cada lugar, y ellos y sólo ellos se reúnan a deliberar cómo harán el cónclave. Es una tarea difícil, pero nadie dijo que fuera imposible, porque si al menos lo intentamos, Dios dará la victoria. Sí hay MATERIAL HUMANO, ¿acaso ustedes mismos no son combatientes militantes y podrían ser -desde el blog- punta de lanza?
Es una idea, por lo menos para empezar. Con franqueza, otra cosa no se me ocurre, creo que hemos aprendiendo a no cometer los errores de los "grupitos" desesperados que conocemos. Todavía hay tiempo, el Papa es NECESARIO.
Simón Del Temple