Esta foto, o mucho me equivoco, es también de Enrique Verdugo y la tomó cuando Francisco Franco, jefe del Estado español, acudió al aeropuerto de Barajas para despedir al general Juan Domingo Perón quien, tras un largo exilio en Madrid, se disponía a regresar a Buenos Aires para, al poco, asumir a su vez la jefatura del Estado argentino. Las miradas de ambos militares llaman la atención. ¿Qué están pensando cada uno de ellos? Perón, y su esposa con él, en las horas más amargas del cerco internacional, habían demostrado ser grandes amigos de España. Por eso hoy todavía una gran avenida madrileña lleva el nombre del general y un parque el de Evita. Quienes, como yo, pertenecemos a la primera generación de españoles en la que la tuberculosis apenas hizo mella gracias a la carne y a la harina argentinas nunca lo olvidaremos.
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