jueves, 29 de agosto de 2013

DIOS, PATRIA Y FAMILIA



Señor, escúchame tanto en la lucha como en la paz 

haz oh señor, que mi alma no vacile en el combate 
pon destreza en mis manos, para que mi tiro sea certero 
pon caridad en mi corazon, para que mi tiro sea sin odio 
pon la guardia mas dura en mi camino 
y el puesto mas dificil en mi avanze 
y en la PAZ te pido Señor, que me ayudes a vivir 
y si fuese necesario, por Dios la patria y la familia 
a Morir como un Soldado!

lunes, 5 de agosto de 2013

LA MAL LLAMADA: “SANTA MUERTE”

Por: Lic. Manolo Mondragón L.

Por todos lados se encuentran jóvenes o adultos con un amuleto, con una figura de un esqueleto, vestido con un manto de la cabeza hasta los pies y con una guadaña u hoz en las manos. La mayoría de ellos para justificar su fe dicen creer en Dios y hacer buenas obras; pero ¡Creer en Dios no es suficiente para garantizar nuestra adhesión a Él!. El Apóstol Santiago nos dice: “Tu crees que hay un solo Dios, y en esto haces bien; pero los demonios también lo creen, y tiemblan de miedo” (Santiago 2,19).
Así para aquellos que dicen “Yo soy católico, creo en la Santa Muerte, no hago mal a nadie, le doy a los pobres y ayudo al necesitado. Yo hago el bien”. Tengo que decirles que está bien que hagan cosas buenas; pero ¡No sólo sus obras los salvarán!, sus obras no son garantía de nada. Porque la fe y las obras van de la mano. Una fe sin obras es una fe muerta, y obras sin fe, son filantropía natural. Y además esas obras y esa fe no son méritos propios “Pues por la bondad de Dios han recibido ustedes, la salvación por medio de su fe. No es esto algo que ustedes mismo hayan conseguido, sino que les ha sido dado por Dios. No es el resultado de las propias acciones” (Efesios 2,8)
Un culto es un conjunto de actos que se atribuyen como veneración profunda y que van ligadas con la cultura (Rojas, Maria de las Nieves, 1998). En la República Mexicana el culto a la Santa Muerte está de moda, por lo menos en ciertos estratos de la sociedad, particularmente en los últimos 15 años se ha generado una multiplicación de centros de veneración, casas y templos improvisados y, sobre todo, alto consumo de artículos relacionados con imágenes, fetiches y representaciones que se venden en mercados populares. Ahí se pueden comprar hierbas, veladoras y artículos religiosos para combatir el "mal de ojo" y brujerías inimaginables, siempre asociadas a una imagen que algunos le dicen “bonita”, cuando no es mas que un conjunto de huesos. Se sabe que se ha extendido a los hispanohablantes en Estados Unidos y en algunos países de América Latina. Su fácil difusión y acceso es sumamente extraño: En los puestos de periódicos es fácil encontrar folletos y revistas, que se ocupan de promovsu “devoción”, existen comunidades virtuales en Internet que propagan esta superstición, sus adeptos aumentan notablemente.


(Continúe leyendo este importante estudio:er