domingo, 28 de febrero de 2016

FALLECIÓ MONS. JULIO MOISES BLANCHOUD, 2º OBISPO DE RIO IV CBA. Y UNO DE LOS ÚLTIMOS OBISPOS VÁLIDOS DE ARGENTINA


El Arzobispado de Salta informó que esta tarde "ha regresado a la Casa del Padre, Monseñor Moisés Julio Blanchoud, arzobispo emérito de esta Arquidiócesis". Tenía 92 años y había sido la cabeza de la Iglesia salteña entre 1984 y 1999. Estaba internado en Santa Fe, en un estado "muy delicado".
Sus restos Sus restos seran velados en el Carmelo de Santa Fe donde residio como Capellan, desde que se fuera de Salta. Luego serán trasladados a la ciudad de Salta. El martes 1 de marzo a la madrugada comenzará el velatorio y celebración de exequias en la Catedral, Santuario del Señor y de la Virgen del Milagro. Aún no fueron informados los horarios.

Mons. Moisés Julio Banchoud fue Obispo Auxiliar de Río cuarto (1960 - 1962) 2° Obispo de Río Cuarto (1962 - 1984) y 3° Arzobispo de Salta

Nació en Esperanza, Santa Fe, el 4 de septiembre de 1923; hijo de Don José Blanchoud y de Doña Catalina Matjieu. Ingreso al Seminario Metropolitano de Santa Fe Nuestra Señora de Guadalupe a ls 12 años de edad. Fue ordenado sacerdote el 14 de diciembre de 1947 en Santa Fe. Fue Prefecto, Profesor y Administrador del Seminario Santa Fe, y Cura Párroco de Santa Teresita en un barrio de la ciudad de Santa Fe. El 13 de febrero de 1960 fue designado Obispo Titular de Belali y Auxiliar de la Diócesis de Río Cuarto por si Santidad el Papa Juan XXIII. Fue consagrado el 24 de abril del mismo año por el Cardenal Fasolino, y los co-consagrantes , Mons. Alfonso M. Buteler y Mons. M. Marengo. El 6 de septiembre de 1962 fue trasladado como Obispo Diocesano de Río Cuarto. El 7 de marzo de 1963 tomó posesión de la Diócesis. Fue promovido a Arzobispo de Salta el 7 de enero de 1984, por J P II y tomó posesión de esta sede el 31 de marzo de 1984. Renunció por edad el 6 de agosto de 1999; nombrado administrador apostólico de la arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz el 1 de octubre de 2002 hasta el 30 de marzo de 2003. Es Arzobispo Emérito de Salta. Lema episcopal: «Servir incansablemente».

miércoles, 24 de febrero de 2016

HISTORIA DE SAN FELIPE DE JESÚS PRIMER SANTO Y MÁRTIR MEXICANO



Protomártir mexicano, entrega su vida por Cristo en el Japón a los 24 años de edad

El pasado Domingo 7 de Febrero la Iglesia conmemoró a San Felipe de Jesús y aquí le traemos una breve reseña histórica de su corta vida y de su martirio, las fotos que ilustran este post fueron tomadas el mismo Domingo durante la Misa y procesión que se realizara en la Parroquia que lo venera como santo Patrón en la localidad de Villa Alvarez en Colima México.

Su nombre de pila fue Felipe de las Casas. Nació en la ciudad de México, en mayo del año 1572. Sus padres, inmigrantes españoles: Antonio, toledano de Illescas y Antonia, andaluza de Sevilla. Le dieron buen ejemplo. En su niñez era tan inquieto y travieso que cuando decidió irse al convento de Puebla para hacerse franciscano, su aya comentó: "Eso será cuando la higuera reverdezca". Aludiendo a una higuera seca que había en el patio de la casa. Llegó al convento de Puebla, donde residía el Beato Sebastián De Aparicio. En efecto, Felipe duró muy poco allí. No resistió aquella vida y regresó a su casa.

Ejerció entonces el oficio de platero sin mucho éxito. Cuando había cumplido 18 años, su padre, Alonso de las Casas, lo envió a las Islas Filipinas a probar fortuna. Allí se estableció en la ciudad de Manila. Al principio estaba deslumbrado por la vida mundana, pero pronto sintió de nuevo la llamada del Señor: "Si quieres venir en pos de mí, renuncia a ti mismo, toma tu cruz y sígueme" (Mt.16,24). Felipe entró con los franciscanos de Manila. Esta vez ya había madurado y su conversión fue de todo corazón. Cambió su nombre al de Felipe de Jesús. Estudiaba, atendía a los enfermos. Todo lo hacía con la dedicación de un hombre que vivía para Jesús.


En 1596 sus superiores le anunciaron que ya se podía ordenar sacerdote. Como no había obispo en Filipinas, la ordenación sería en México, su ciudad natal, junto con su familia y amistades de infancia. Con ese fin se embarcó en el galeón San Felipe, con Fray Juan Pobre y otros franciscanos; pero una gran tempestad desvió el barco hasta que naufragó en las costas del Japón. Felipe interpretó su naufragio como una dicha. Podría entregarse mas a Cristo por la conversión del Japón.
San Francisco Javier había misionado en el Japón dejando a su partida 2000 cristianos. La Iglesia siguió floreciendo y en 1579 habían 150000 cristianos, 54 jesuitas, 22 de ellos sacerdotes. En la isla de Kyushu, sólo en dos años, se bautizaron 70.000 japoneses. Pero la situación en Japón era precaria. En 1582 Taikosama (altísimo señor) había tomado control de todo el Japón formando un imperio. El fue al principio favorable hacia el cristianismo, pero cambió en 1587, al ser instigado por los bonzos. Entonces decretó la expulsión de los misioneros y la demolición de los templos cristianos. Al principio la orden no se aplicó rigurosamente y los misioneros eran tolerados mientras se mantenían en la clandestinidad, vestidos a la japonesa. En esta situación estaban cuando llegó la primera expedición de franciscanos, que inmediatamente comenzó una gran actividad misionera. Allí estaban Fray Pedro Bautista y algunos hermanos de la provincia Franciscana de Filipinas.

En noviembre del 1596 embarrancó en Urando el galeón San Felipe con Felipe y los otros franciscanos a bordo. El gobernador del lugar, conociendo las riquezas del navío, dio orden de expropiación, y el emperador, para encubrir el robo, promulgó de nuevo en Osaka y Meako el edicto de 1587, alegando que los frailes hacían un proselitismo ilegal y que preparaban una invasión militar. 

La orden, posteriormente, quedó restringida a «sólo los que han llegado de Filipinas y a sus acompañantes». Quedaban, pues, condenados a la ejecución 5 franciscanos de Meako con 15 japoneses bautizados, y 1 franciscano con 2 japoneses cristianos de Osaka. A ellos se añadieron voluntariamente Pablo Miki, Juan de Goto y Diego Kisai, tres japoneses que estaban con los jesuitas de Osaka y que quisieron ser recibidos in extremis en la Compañía. Veintiséis en total. Entre los franciscanos había cuatro españoles, fray Pedro Bautista, de Avila, fray Martín de la Ascensión, de Vergara según parece, fray Francisco Blanco, de Orense, y fray Francisco de Miguel, de Valladolid. Y con ellos, fray Gonzalo García, indio portugués, y fray Felipe de Jesús, mexicano.

La noticia causó alegría y entusiasmo entre los cristianos, cosa que desconcertó a los paganos. Los neófitos acudían a las casas custodiadas de los misioneros para ofrecerles sus bienes y sus vidas. San Pedro Bautista, superior de los franciscanos, escribía a última hora: «Bendito sea Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo por hacernos esta merced de padecer con alegría por su amor».

Hasta los niños cristianos participaban del alegre coraje de sus mayores. A uno de ellos le preguntó un misionero: «¿Y qué harás tú cuando se enteren que eres cristiano». A lo que el chico, poniéndose de rodillas e inclinando la cabeza, contestó: «Haré así». «¿Y qué le dirás al verdugo cuando vaya a matarte?»... «Diré "¡Jesús, María! ¡Jesús, María!", hasta que me hayan cortado la cabeza»... Por su parte, fray Felipe de Jesús comentó: «Dios hizo que se perdiera el[galeón] San Felipe para ganar a fray Felipe».

El 3 de enero de 1597, en Meako, se les cortó a los reos cristianos la mitad de la oreja izquierda y, de tres en tres, fueron llevados por la ciudad en carretas, precedidas por el edicto mortal. Queriendo el emperador infundir en sus súbditos horror al cristianismo, dispuso que fueran llevados por Hirosima y Yamaguchi, hacia el este, hasta Nagasaki, en la isla Kyushu, donde era muy grande la presencia de cristianos. Allí, en una colina que domina sobre la ciudad y la bahía, fueron dispuestos los mártires ante las cruces que les habían preparado. «¡Qué abrazado estaba con su cruz fray Felipe!», contaba un testigo...

26 mártires fueron crucificados. Entre ellos habían franciscanos y jesuitas como también laicos. Fray Martín de la Ascensión cantaba el Benedictus a voz en grito. Luis Ibaraki, de doce años, el más pequeño, repite una y otra vez: «Paraíso, paraíso, Jesús, María». Antonio, de trece años, «que estaba al lado de Luis, fijos los ojos en el cielo, y después de invocar los nombres de Jesús y María, entonó el salmo Alabad, siervos del Señor, que había aprendido en la catequesis de Nagasaki, pues en ella se les hace aprender a los niños ciertos salmos». Otros cantaban el Te Deum con entusiasmo. Y la muchedumbre de cristianos aclamaba con los mártires: «¡Jesús, María!». Relato de un testigo>>>

Fray Felipe de Jesús no podía decir nada pues el sedile de su cruz quedaba muy bajo, y estaba casi colgando de la argolla que le sujetaba el cuello. Apenas logró gritar tres veces el nombre de Jesús, haciendo verdadero su santo nombre: Felipe de Jesús. Viéndole acabado, lo mataron al modo acostumbrado: dos lanzas atravesaron sus costados, y cruzándose en el pecho, salieron por sus hombros. Así murieron todos, Felipe el primero. Era el 5 de febrero de 1597.

Según relata una leyenda, ese mismo día la higuera seca de su hogar tomó vida y dio fruto. Felipe había llegado a la santidad mas heroica.

Fue beatificado, juntamente con sus compañeros mártires el 14 de septiembre de 1627.
Canonizados el 8 de junio de 1862 por el papa Pío IX. Una de las dos iglesias romanas dedicadas a la Virgen de Guadalupe, en la Vía Auerlia, 677, lo tiene por segundo titular. 

En la colina de los mártires de Nagasaki, la iglesia que corona el conjunto de construcciones está dedicada a San Felipe de Jesús.

Es patrono de la ciudad de México y de su Arzobispado.

martes, 23 de febrero de 2016

FALSO ECUMENISMO EN LA DIÓCESIS MODERNISTA DE GREGORIO LA FERRERE ( Más vale que esto no va a funcionar y la que siempre sale perdiendo en estos díalogos de falso ecumenismo es la Iglesia Católica, acaso después del Vaticano segundo, ¿cuantos católicos han abandonado la fe de la Iglesia para pasar a engrosar las filas de las sectas evangélicas? y ¿cuantos evangelistas se convierten a la verdadera Fe?, el árbol se conoce por sus frutos.



MESA DE DIALOGO FRATERNO ENTRE CRISTIANOS CATÓLICOS Y EVANGÉLICOS EN LA DIÓCESIS DE GREGORIO DE LAFERRERE.

El pasado sábado 20 del corriente mes, tuvo lugar en la sede de Cáritas Diocesana Laferrere, la 2º mesa de diálogo entre cristianos Católicos y Evangélicos, organizado por la Comisión de Diálogo Ecuménico e Interreligioso del Obispado de Laferrere.
En el marco del 1º Encuentro de Fraternidad Cristiana, que se llevara a cabo el 9 de abril, bajo el lema “Celebrar el Amor de Cristo”, sea a conformado la mesa de diálogo fraterno entre ambas Iglesias, católica y evangélica.


En esta mesa de fraternidad cristiana se contó con la presencia del Sr. Obispo Diocesano Mons. Gabriel Bernardo Barba, sacerdotes referentes de los decanatos de Laferrere, Rafael Castillo, Isidro Casanova, González Catán y Virrey del Pino. La presencia del Presidente del Consejo de Pastores Pentecostales de la ciudad de Laferrere, Pastor Gabriel Ciulla, su Sra. Esposa, la Pastora Sonia Ciulla y su hijo el Pastor Andrés Ciulla, de la Iglesia ‘Camino de Vida’.
El "obispo" y el pastor
A vez, participaron el Pastor Miguel Ángel Pereda del Centro Familiar Cristiano, Isidro Casanova; Pastor Juan Carlos Pereda; Pastor Rubén Páez, Iglesia Bautista ‘El gigante es Jesucristo’, Presidente del Consejo de Pastores de Rafael Castillo; Pastor Juan Carlos Taboada, ‘Ministerio Cristo es nuestro Amor’, Laferrere; Pastor Juan Carlos Snadit, ‘Iglesia Nazareo’; Pastor Pedro García, Iglesia ‘Príncipe de paz’, González Catán; Pastor Luis D’ Andrea, Iglesia ‘Dios tu Bendición’, Ezeiza y Ruta 21.
Y la cordial visita del Concejal Juan Pedro Ramírez, Asamblea de Dios, Km. 41; y del Director General de Culto, el Pastor Miguel Sandoval del Partido de Moreno.
Animados por la gracia del Espíritu Santo iniciamos este camino de diálogo y encuentro fraterno entre cristianos. 
Trabajar por la unidad de nuestras Iglesias cristianas es aplicar el dialogo como actitud y método. En la riqueza de que el mundo espiritual del otro nos enriquece y acerca.

miércoles, 3 de febrero de 2016

EL LIBERALISMO ES PECADO (POR EL PADRE LEONARDO CASTELLANI)


Lo más conducente entre nosotros para probar que el liberalismo es pecado, es examinar los efectos del liberalismo en la Argentina. Son tan feos que sólo pueden proceder de un pecado. “Por sus frutos los discerniréis.”He aquí los diez

Crímenes del liberalismo en la Argentina:


El liberalismo exterminó al indio.
El liberalismo arruinó la educación argentina.
El liberalismo relajó la familia argentina.
El liberalismo esterilizó la inteligencia argentina.
El liberalismo nos infundió un ánimo abatido -o como dicen ahora a lo bárbaro, un complejo-de -inferior.
El liberalismo mutiló a la Nación de su territorio natural histórico.
El liberalismo empequeñeció a la Iglesia argentina.
El liberalismo creó gratis el problema judío.
El liberalismo nos enfeudó al extranjero.
El liberalismo rompió la concordia y creó la división espiritual de los argentinos, que actualmente se encamina a una crisis dolorosa.

Este décimo crimen se abrocha con el primero. La guerra civil entre hermanos es posible sea el castigo divino, de aquella otra destrucción de los hermanos cobrizos, que la Constitución en nombre de Dios mandaba preservar.
—Caín, Caín, ¿qué has hecho de tu hermano?
—¿Qué obligación tengo yo de cuidar de mi hermano?
—La sangre de tu hermano grita a Mí desde la tierra que tú estás pisando, donde fue derramada.

P. Castellani
Sentencias y aforismos políticos