martes, 19 de agosto de 2025

CENTENARES DE JÓVENES ESTE FIN DE SEMANA LLEGARON A LA BASÍLICA DE LUJÁN RECLAMANDO POR LA LIBERACIÓN DE LA MISA TRADICIONAL EN LATÍN


4 comentarios:

  1. Aparentemente ha sido un éxito por la cantidad de jóvenes que han participado reclamando a la iglesia del Vaticano segundo que les devuelva la misa tradicional.
    Es muy triste ver a todos estos jóvenes engañados por los organizadores y también por la jerarquía apóstata Modernista, que de una manera u otra los mantienen en las periferias eclesiásticas.
    Salvo aquellos que asisten habitualmente a las iglesias y capillas de la fsspx, o de algún sacerdote independiente que celebra la Misa de siempre, la gran mayoría de estos jóvenes volverán el próximo domingo a sus parroquias a asistir a sus parroquias para asistir a sus misa-parodia del Vaticano segundo.

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  2. Visto en el wanderer21 de agosto de 2025, 7:14

    El fin de semana pasado se llevó a cabo la peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad de Argentina al santuario de Nuestra Señora de Luján. Más de dos mil quinientas personas -la enorme mayoría de ellos jóvenes y adolescentes- caminaron durante tres días a lo largo de más de cien kilómetros manifestando su fe en Dios, su pertenencia a la Iglesia católica y su preferencia y devoción por la misa romana celebrada según el rito tradicional, aquel mismo rito del que el Papa Benedicto XVI dijo: «Lo que durante siglos fue santo para la Iglesia, y que sigue estando vivo en la tradición de la fe y de la oración, no puede de pronto ser considerado como no válido o, en todo caso, como algo dañino». Los testimonios y fotografías de la peregrinación pueden verse en su Instagram.

    El episcopado argentino parece desoir las palabras del Papa Benedicto y la realidad concreta a la que se enfrentan. Y aunque Francisco está muerto y sepultado, pretenden seguir con la eclesiología que les legó; no se resignan a que la «continuidad absoluta» de la que muchos de ellos hablaban, pasó a ser no más que una expresión de deseos. Ciertamente que no se rendirán fácilmente y se han juramentado resistir los cambios que ya están comenzando a percibirse en Roma (hablaré al respecto en una serie de post dedicados a los obispos argentinos que publicaré próximamente). Yo no sería muy optimista con esta empresa: la casta episcopal argentina tiene como característica principal la mediocridad, que habitualmente viene acompañada de la sumisión. No veo entre los mitrados argentinos a ningún Mindszenty ni a ningún Wyszyński​. Fueron elegidos por su padrino difunto entre las periferias del clero y la falta de sustancia y de neuronas (y de gónadas) se manifestará irremediablemente.

    Lo cierto es que los obispos están muy preocupado por la peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad. Ha sido motivo de discusión en las últimas reuniones plenarias, buscando intervenirla cazando a los sacerdotes que están detrás de ella (los pobres, que se perciben tan francisquistas, sin embargo son tan clericales que no terminan de convencerse de que es una iniciativa puramente laical) y presionando a diestra y siniestra, incluso a los provinciales de órdenes y congregaciones religiosas, a fin de impedir que alumnos y docentes de colegios católicos se sumen a la romería, amenazándolos con la expulsión de sus trabajos. Y no exagero.

    Y tienen razón de estar preocupados. No es muy difícil juntar un millón de personas que «peregrinan» a Luján escuchando cumbia, fumando marihuana y sin otro ideal que, en el mejor de los casos, una vaga religiosidad de popular. Lo mismo podría conseguirse en una caminata a los «santuarios» del Gauchito Gil o de Gilda. Los obispos saben que les resultaría imposible conseguir a dos mil quinientos jóvenes totalmente comprometidos con los ideales de la fe católica, que luchan por mantenerse fieles a los mandamientos a pesar de las presiones del mundo y que no compran la religión mistonga y diluida que ofrece la Iglesia argentina desde hace algunas décadas. Eso es imposible de toda imposibilidad: la «pastoral juvenil» del episcopado argentino es una fracaso rotundo. Y los ejemplos sobran: pregunten a Mons. Gabriel Barba a cuántos jóvenes logró reunir en su musicalizada «misa de los jóvenes» que impuso en la catedral de San Luis: apenas los guitarreros y un puñaditos de viejos carismáticos. La inciativa, por el penoso espectáculo, duró sólo tres meses. O bien pregunten en cualquier diócesis del país, de la capital o del interior, a cuántos jóvenes congregan en sus reuniones semanales. Menos que un puñado cada una y, en general, se trata de ejemplares con los que no se pueden hacer muchas ilusiones porque lo que menos son es ejemplo de buenos cristianos.

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  3. Visto en el wandrer21 de agosto de 2025, 7:15

    La peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad, en Argentina como en Francia y España, ha dejado de ser un fenómeno minoritario. Y no solamente por su imparable crecimiento anual, sino por la constante disminución y esterilidad de la pastoral progresista y francisquista. Pero, como aquellos desgraciados que pecan contra el Espíritu Santo, los obispos se empecinan en cerrar los ojos y negar la realidad. Y hablo de los obispos, porque un buen número de sacerdotes están abriendo los ojos, y con discreción y prudencia, como aconseja el Evangelio y la sensatez, se están sumando al movimiento tradicional. Ya no somos minoría; ellos lo saben y nosotros debemos abandonar el complejo con el que convivimos durante décadas.

    Sin embargo, estos jóvenes peregrinos han sido desterrados de la basílica de Luján. En esta ocasión, apenas comenzaron a ingresar los primeros al templo, un curita joven del clero local comenzó a rezar el rosario ante el Santísimo Sacramento expuesto; después bendición y se acabó todo. De modo tal que, cuando llegaran los últimos (en el trecho final la peregrinación contaba con mucho más de tres mil personas), todo había terminado. Mons. Jorge Scheinig, obispo de Mercedes-Luján, prohibió desde hace algunos años la celebración de la misa tradicional en la basílica nacional (probablemente deba cambiar su decisión por una llamada de Roma que, se estima, recibirá próximamente). No le convencía, según dijo, porque quería darle al templo un «perfil latinoamericano».


    Sin embargo, algunos kilómetros hacia el este, ese mismo día, el P. Adrián González, sacerdote salesiano, párroco del Sagrado Corazón de Jesús, en Alta Gracia, celebraba la Santa Misa, o lo que fuera, vestido del modo como aparece en la fotografía. ¿Recibirá alguna reconvención del arzobispo de Córdoba, la viuda madre cardenal Ángel Rossi? Ciertamente que no. En la iglesia argentina se puede hacer cualquier disparate; en la basílica de Luján se pueden celebrar misas trans y misas militantes peronistas; se pueden celebrar misas con guitarras y bombos y se pueden pasear viejas con granos peludos en la cara ataviadas con mini-albas repartiendo bendiciones con agua bendita a los pobres fieles que se acercan a hacer bendecir sus imágenes y estampas. Lo que no se puede hacer es recibir como a hijos de Dios a tres mil peregrinos luego de tres días de caminata, y mucho menos se puede acceder a su deseo de celebrar la Santa Misa como lo hicieron nuestros mayores. Para el obispo Scheinig y sus colegas mitrados, «Lo que durante siglos fue santo para la Iglesia» ya no es válido sino que, al contrario, es dañino.

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  4. Más de 8 mil peregrinos en Roma de la FSSPX
    https://www.youtube.com/watch?v=SQm1ficWMRo

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