viernes, 25 de noviembre de 2022

LA APOSTASÍA FINAL


1 comentario:

  1. No va a haber dos apostasías finales, esta es la la que había anunciado San Pablo, y que no sobrevendría sin que hubiese sido quitado el Obstáculo (doble) "el que detiene" y "lo que detiene": El Papado (y el Sacerdocio), y el Santo Sacrificio, para que entrara en el "lugar santo, la abominación de la desolación". Por tanto, hacemos, pues, un llamado a todos los obispos y sacerdotes válidos para que cumplan de una vez con su obligación gravísima de establecer lazos de caridad para proceder a elegir un Papa., pues "la sumisión al Papa es de humana necesidad para salvarse", enseña el Dogma de la Iglesia. Y a todos los seglares para que adviertan a sus obispos y sacerdotes del grave pecado de omisión en el que están como acéfalos, para que éstos se pongan al servicio de los obispos que hacen todo lo que está en su mano para producir la legítima elección del Vicario de Cristo, y aquéllos establezcan visiblemente los lazos de unidad con sus iguales, con el objeto de conseguir la elección del Papa; y si no les hacen caso vayan a los legítimos pastores, porque si no les oyen es que son lobos; porque “Debe existir en la Verdadera Iglesia perfecta unidad de régimen, o sea: debe haber al frente de esa sociedad religiosa una autoridad suprema y visible, de institución divina, a la cual obedezcan todos los miembros que la forman. No basta una especie de política de amistad o buena vecindad entre un montón de jefaturas eclesiásticas desconectadas jurídicamente, es decir: independientes entre sí, sin otra cabeza suprema que un Cristo invisible y celestial cuyas palabras y mandatos interpreta cada uno a su gusto.” (R.P. Fernando Lipúzcoa. Breviario Apologético. 1954)

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