Por: Moneda Natural
No hay un mango en la calle, cuánta pobreza!.
Es una expresión que escuchamos a diario y representa una realidad, porque las personas tienen el deseo y la necesidad de intercambiar bienes y servicios con otros semejantes, pero no disponen de moneda.
A su vez, aquellos que disponen de efectivo abundante, adquieren bienes y servicios a precios muy por debajo de su verdadero valor.
Por simple observación, la escasez del suministro de dinero puede favorecer a algunos y perjudicar a otros, y las personas que deben cumplir compromisos monetarios malvenden sus pertenencias por pocos pesos.
Pero la pregunta clave es, ¿Por qué razón escasea el dinero si todos los economistas nos hablan de que el gobierno emite a los loco?
Deberíamos estar entonces tapados de billetes en un entorno de inflación.
La realidad nos muestra una paradoja, que existe una inflación galopante y al mismo tiempo no veamos un peso en la calle, parece contradictorio.
Sucede que el efectivo utilizado tanto por la gente de a pie como por las pymes generadoras de empleo, constituye apenas un 5 % del total.
Es decir, de cada 100 $ del dinero en la economía (oferta monetaria) solo hay 5 $ en efectivo.
Los otros 95 $ son solo dígitos en las computadoras de los bancos, dinero electrónico creado de la nada por estos bancos privados sin ningún sacrificio financiero.
Cuando el Banco Central emite efectivo, es para engrosar las reservas de los bancos comerciales en el Central, pero ese efectivo no va a parar a la calle.
Sin embargo, los bancos privados seleccionan a sus clientes “especiales” (grandes empresas) y les conceden crédito.
Así, las grandes empresas disponen de dinero electrónico abundante para sus operaciones, y como son las primeras en recibirlo este dinero tiene un valor alto.
A medida que el dinero va circulando hacia abajo, va perdiendo su poder adquisitivo hasta que llega a manos del asalariado / pensionado, después que el dinero ya se ha devaluado.
Conclusión, el efectivo es administrado por la banca privada, y nunca llega a la gente porque va a parar a las reservas en el Central, y aparte sufre una brutal expansión gracias a la reserva fraccionaria creando dinero electrónico disponible para las grandes empresas.
Otra pregunta clave sería, ¿Cómo debería funcionar el proceso monetario para disponer de dinero en abundancia?
Primero, el Estado debería exigirles a los bancos comerciales un Encaje del 100 % para que estos últimos no expandan la oferta monetaria y para que no creen dinero de la nada.
Esto produce inflación y dependencia hacia los bancos.
Segundo, el direccionamiento del crédito debe ser atribución del estado, el estado debe decidir el destino del crédito, no los bancos comerciales.
Los bancos comerciales deben verificar solamente la aptitud de pago del cliente, su capacidad de cumplimiento e instrumentar el crédito, digamos una función administrativa solamente.
Tercero, el Tesoro de la Nación debe emitir directamente el efectivo fresco (Base Monetaria), sin pedírselo prestado al central ni a nadie.
¿Por qué pagar intereses si la creación de dinero es derecho soberano de una nación?.
El interés, además distorsiona la economía ya que el Estado crea solo el nominal, y como el interés nunca fue creado por consiguiente el comerciante o empresario debe subir sus precios para compensar este faltante.
En resumen, el interés produce inflación y el sistema actual basado en la usura es intrínsecamente inflacionario.
Una vez que este nuevo Estado soberano emita nuevo efectivo, lo inyectaría a través de créditos direccionados directamente hacia las Pymes, y hacia grandes obras de infraestructura estatales como ser carreteras, ferrocarriles, etc.
Estos créditos serian libres de interés y sin deuda ya que es criminal y antinatural endeudarse, cuando podemos autofinanciarnos gratis en este país tan rico en recursos humanos y materiales.
Habría gran disponibilidad de efectivo en la calle, con gran circulación y cambio de manos, generación de riquezas y pleno empleo.
Esto es puro sentido común.
¿Quién se beneficia? , el que trabaja ya sea empresario, obrero, profesional, científico, empleado, artesano, etc…
¿Quién se perjudica? , el parásito usurero.
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