San Luis nace el 25 de Abril de 1215, y a los 12 años, a la muerte de su padre, hereda el trono de Francia, bajo la regencia de su madre Doña Blanca de Castilla, que se preocupó de hacer de él un cristiano fervoroso y un monarca intachable el joven rey a la sombra de su madre, va creciendo en virtudes y fortaleza al servicio de la nación. Contrae matrimonio a los 20 años con Margarita de Provenza esposa virtuosa y de gran apoyo, tuvieron once hijos;
San Luis es hombre de gran talla espiritual, se muestra siempre a la altura del papel que tiene que desarrollar, apareciendo a los ojos de la Historia como un asceta que supo gobernar su Nación en justicia y paz, llegando a ser modelo de legisladores cristianos. Todos los medios a su alcance los pone al servicio del bienestar de su nación; cada día administra justicia personalmente, atendiendo las quejas de los desamparados.
Erige hospitales, lucha denodadamente contra los blasfemos y perjuros, lucha contra los herejes. Personalmente da a su pueblo un gran ejemplo de piedad y devoción. Sienta a su mesa a mendigos, visita hospitales, se entrega largamente a la oración. Devoto de las sagradas reliquias edifica la “Sainte Chapelle” uno de los más bellos monumentos del país para albergar la Corona de Espinas de Ntro. Sr. Jesucristo.
Pertenece a la Orden Tercera de San Francisco; cuentan las florecillas, que un día fue de peregrino a visitar a fray Gil el Santo Rey de Francia, y que en viéndose, estrechados en un largo abrazo se hablaron directamente al corazón sin mediar entre ellos palabra alguna, separándose ambos grandemente consolados.
En 1270 emprende una cruzada en contra de los Musulmanes en defensa de los Santos Lugares y es víctima de la peste juntamente con muchos miembros de su ejército a quien él personalmente cuidaba, muriendo el 25 de Agosto de 1270 a los 55 años.
Es canonizado por el Papa Bonifacio VIII el 11 de Agosto de 1297.
San Luis es hombre de gran talla espiritual, se muestra siempre a la altura del papel que tiene que desarrollar, apareciendo a los ojos de la Historia como un asceta que supo gobernar su Nación en justicia y paz, llegando a ser modelo de legisladores cristianos. Todos los medios a su alcance los pone al servicio del bienestar de su nación; cada día administra justicia personalmente, atendiendo las quejas de los desamparados.
Erige hospitales, lucha denodadamente contra los blasfemos y perjuros, lucha contra los herejes. Personalmente da a su pueblo un gran ejemplo de piedad y devoción. Sienta a su mesa a mendigos, visita hospitales, se entrega largamente a la oración. Devoto de las sagradas reliquias edifica la “Sainte Chapelle” uno de los más bellos monumentos del país para albergar la Corona de Espinas de Ntro. Sr. Jesucristo.
Pertenece a la Orden Tercera de San Francisco; cuentan las florecillas, que un día fue de peregrino a visitar a fray Gil el Santo Rey de Francia, y que en viéndose, estrechados en un largo abrazo se hablaron directamente al corazón sin mediar entre ellos palabra alguna, separándose ambos grandemente consolados.
En 1270 emprende una cruzada en contra de los Musulmanes en defensa de los Santos Lugares y es víctima de la peste juntamente con muchos miembros de su ejército a quien él personalmente cuidaba, muriendo el 25 de Agosto de 1270 a los 55 años.
Es canonizado por el Papa Bonifacio VIII el 11 de Agosto de 1297.