lunes, 27 de agosto de 2012

EL CREDO DEL CATÓLICO LIGHT (DIETÉTICO)


Creo en un solo Dios Padre cuasi-omnipotente,
que también puede ser la pachamama o la fuerza cósmica.
Creo en el Big Bang, creador de los cielos,
y en la evolución en la tierra

Creo en Jesucristo, que también es su hijo
como nosotros, los hombres,
que fue concebido hombre como nosotros.
Que nació y quizás tuvo hermanos.de Santa María,
que tal vez fue virgen y no tuvo pecado.
Padeció bajo el opresor Poncio Pilatos.
Fue crucificado, muerto y sepultado
quien bajo a los infiernos y
de algún modo quizás simbólico,
resucitó al tercer día y
Subió a los cielos,
y desde ahí habrá de venir a juzgar a los malos
Pero perdona a todo el que se lo pide,
aun los pecados contra el Espíritu Santo
o los que claman al Cielo.

Creo que existe el Espíritu Santo
que inspira a todos los integrantes de la Iglesia
para proclamar dogmas para cada persona individual.
Creo que Iglesia es universal,
y que la Tradición es un invento de cada generación humana.
La comunión de todos los humanos en el pan de cada día
El perdón mutuo y el diálogo,
así como perdonamos a Dios por los males de este mundo
También en la futura resurrección del hombre en igualdad y gloria,
Que podría a su vez ser una reencarnación.
Y creo en la vida eterna de confort que tenemos bien merecida

Amén

martes, 21 de agosto de 2012

SOBRE LA QUEMA DE UN PAR DE TEMPLOS CATÓLICOS Y LOS ARCHIVOS DE LA CURIA PORTEÑA EN EL AÑO 1955

Estimados lectores y visitantes, hoy deseo compartir con ustedes la respuesta que me enviara hace un tiempo ya, un lector de este blog, a un e-mails que le enviara y que está aqui a continuación. 1º mi correo y abajo en letras negras la respuesta que es lo que me interesa que lean.
Estimado Guillermo, como se que usted es peronista, -creo- me gustaría saber si tiene algunos datos o algún escrito sobre "la quema de iglesias" en tiempos del Gral. Perón, ya que me tienen hartos los clericalistas y el gorilaje con ese disco.
Yo sé que no fue Perón quien ordenó eso, sino que fueron maniobras de la masonería, pero como hacerles entender esto, supongamos que hubiese sido Perón el de la quema, está mal hecho, porque es una picardía quemar hermosas iglesias, creo que mejor deberían haber expulsado a algunos miembros del tan mentado clero argentino.

Saludos
Legión católica
Estimado amigo y dignísimo compatriota:
Así es mi amigo: yo llegué al peronismo doctrinario desde el nacionalismo católico. El peronismo me hizo comprender una cantidad enorme de cosas, que no podía explicar desde el nacionalismo, donde había cultivado muchas amistades, algunas de las cuales aún mantengo y otros fueron camaradas en la milicia. Con estas dos mochilas bien cargadas y teniendo 17 años ingresé al Colegio Militar. Nunca me cambié la camiseta. ni aún viviendo entre los gorilas. Me decían que yo estaba equivocado. ¡Pobrecitos! Aún no encuentran su destino y es posible que mueran así, en la desolación más abstrusa. Pero ya se sabe: al que nace barrigón, es al ñudo que lo fajen. Y a estos los están fajando, pero con un rebenque, no con la faja de las guaguas. ¡Y todavía no saben por qué los fajan!
Creo que el temá de la quema de las Iglesias es el más tratado por mí a pedido de mis queridos lectores. Tal vez debí escribir un tema relacionado con este suceso desgraciado y dejarme de escorchar.
De antemano le digo: es un tema rodeado de misterio o tan clarito que se puede ver a la legua. Comenzamos. En la mañana del 16 de junio la Aviación Naval y la Fuerza Aérea Argentina (las dos recibirían en tal ocasión su bautismo de fuego y no en Malvinas como ampulosamente se pregona), descargaron toneladas de bombas de fragmentación sobre la Casa de Gobierno y sus alrededores. El uso de bombas de fragmentación fue una crueldad tan grande que ni autores extranjeros ni nacionales han podido explicar semejante maldad y ensañamiento. Dicen que los otros tipos de bombas no habían llegado de Incalaperra. Después se supo que era mentira: las bombas estaban, pero no tenían espoletas. Y a último momento se resilvió tirarlas como estaban. Resultados: 8 desaparecidos; 620 muertos; 2.500 heridos en su gran mayoria mutilados; 82 edificios semidemolidos; más de 400 incendios; etc.
A todo esto lo ocultaron. El primero en hacerlo fue Perón, blandiendo como siempre aquello de "la unidad nacional" y "del pueblo y sus FF. AA.", que se atesoraban como lo hacía mi madre con el relicario de mi abuela. Después vinieron los otros que tergiversaron todo, minimizándolo al extremo. De manera que estas cifras usted las encontrará de cien formas. Perón, por ejemplo, decía que los muertos no llegaban a 320 (más o menos la mitad), pero del resto no decía nada. Nunca dijo nada. Debido a esta actitud, sumamente cuestionada, no conocemos ni los nombres de los muertos, porque Perón escondió los apellidos de los que fueron a dar la vida por él, aunque la gran mayoría fue de inocentes. Entre ellos 8 Granaderos. Los únicos granaderos que en toda la historia de ese Regimiento dieron la vida por cumplir con su misión: cuidar al Presidente. De estos Granaderos no se acuerdan ni los propios Granaderos (porque son un mal ejemplo: para hombres que siempre traicionaron a los presidentes, sin piedad). 
Cuando regresó Perón le propusieron colocar una placa de mármol sobre la Casa Rosada o el Ministerio de Economía. Allí quedarían los nombres de las víctimas para siempre. El proceso la hubiese hecho sacar. Pero Perón los sacó carpiendo a los de la proposición (por aquello de que él era prenda de unión y de paz). El 16 de junio de 1955 dejó, en dos horas, más muertes y destrozos que Malvinas en 3 meses de guerra contra un enemigo extranjero.
Esa noche se produjeron los incendios de los templos del centro histórico de Buenos Aires. Este es otro misterio. Y sobre el particular hay versiones. Pero no hay nada cierto. Lo único cierto es que se sucedieron misteriosamente en unas pocas manzanas. En Iglesias, capillas y oratorios del Gran Buenos Aires, por ejemplo, todo el mundo dormía plácidamente. No faltaron los que les echaron la culpa a los obreros. Pero en las barriadas obreras no hubo ningún hecho de este tipo. Y en el resto del interior tampoco. Ninguna Catedral o Iglesia fua atacada o mansillada.
También llama la atención de que ningún religioso haya salido, no digo muerto, simplemente herido. San Francisco, por ejemplo, tenía entre presbíteros y diáconos 18 individuos. ¿Todos huyeron? ¿Ninguno salió a defender aquellas imágenes sobre las que en las películas los curas lloran amargamente?
Pero, todo el mundo cree que el "golpe peronista" fue en las Iglesias. No. Fue en la Curia Metropolitana (una especie de hogar de tránsito de los curas que venían del interior y hacían noche allí): quemaron los archivos. Parecería que lo más importante era quemar los archivos de la Curia que la quema de las Iglesias. ¿Qué había en esos archivos que los infelices como yo no podíamos ni podemos leer? Fíjese usted que de la quema de estos archivos nadie habla. Ni Perón ni los peronistas. Ni los gorilas, socialistas, curas y demás esperpentos se hacen olímpicamente los pelotudos. Cuando deberían llorar por la quema de esos archivos.
Los gorilas que cuentan esta salvajada, se olvidan de lo que habían hecho a mediodía. No había ambulancias. En los hospitales había escenas dantescas, tenebrosas. No había policías. Los bomberos no daban a basto tratando de controlar la travesura de los simios a mediodía. Y ellos pretendían que se interrumpa todo para ir a apagar el fuego que lo hicieron los propios curas. Yo, hoy, a la altura de mi vida, a mí, estos pelandrunes no me joden más.
Como el bombardeo a Plaza de Mayo no marcó el punto de inflexión en el derrotero de Perón. entonces inventaron un Punto de No Retorno: quemar las Iglesias. Yo siempre he dicho que allí mismo Perón debió irse. Renunciar. Buscar asilo en otra parte. Ya todo estaba terminado. O bien quedarse, como lo hizo, pero para luchar hasta el último cartucho. Un general victorioso en las urnas (la parte más difíci), con el 95% del Ejército a su favor; el 100% de la Fuerza Aérea y un 80% de la Armada a su favor, ¡se rinde!
Esto sigue mi amigo, pero ahora me cansé. Le prometo, si me hace recordar, que le contaré cosas más tristes que han ocultado los gorilas canallas.
Un abrazo
NI YANQUIS NI MARXISTAS
Guillermo
Milico Irrecuperable (para el Régimen Perverso)

jueves, 2 de agosto de 2012

OBISPO LANZA ALERTA CONTRA BRUJERÍA, VIDENTES Y EL ESOTERÍSMO EN EL NEW AGE

"Muchas de esas supersticiones son la puerta de entrada a compromisos más exigentes, que arriesgan a los incautos a quedar atrapados en una secta".
 
En su habitual reflexión televisiva semanal, en el programa “Claves para un Mundo Mejor” que se emitió el sábado último por América TV, monseñor Héctor Aguer, arzobispo de La Plata, advirtió que en el pasado siglo XX se verificó un fenómeno curioso: “por un lado arreció el secularismo, es decir, se impuso una manera de organizar la vida personal, familiar y social como si Dios no existiera. En la cultura han ido como entrando en eclipse los signos de la transcendencia, los signos de la presencia de Dios”.

Pero por otra parte, sobre todo en la segunda mitad del siglo pasado, “se ha ido extendiendo un movimiento espiritualista, pseudo religioso. Pseudo en griego quiere decir falso, porque se trata de una cosa rara que configura una falsificación religiosa. Es decir, un movimiento cultural en el que se mezclan la reminiscencia de viejos paganismos, una fascinación por las religiones del antiguo oriente, elementos de la magia, de la brujería, de las técnicas adivinatorias y del esoterismo. Todo eso se llamó New Age, el movimiento de la Nueva Era”.

Puerta de entrada a las sectas
Comentó que en las grandes ciudades se encuentran “centros de meditación trascendental, de estudios teosóficos, disciplinas ‘transversales’ en las que se confunden las pseudociencias con la autoayuda y otras cosas por el estilo. Ahora es frecuente la difusión de todos estos “macaneos” en programas de televisión que saturan los mejores horarios de la noche”.

“Muchas de esas supersticiones son la puerta de entrada a compromisos más exigentes, que arriesgan a los incautos a quedar atrapados en una secta”.

“Ha ocurrido muchas veces precisamente eso, que el inocente coqueteo con esas pseudo-religiones lleva a una persona a ser víctima de una especie de lavado de cerebro, de secuestro espiritual en una secta, de la cual es muy difícil salir”.

Cultos umbanda y el demonio
“Una advertencia seria -enfatizó- cabe respecto de los cultos umbanda, que incursionan en el campo de lo demoníaco y han llevado a muchas personas a quedar bajo la obsesión o bajo la posesión diabólica. ¡Con estas cosas no se juega!”.

“Lo que quiero decir, a propósito de todo esto, es que la religiosidad del hombre si no se ajusta a la fe, a una fe verdadera, corre el riesgo de desviarse y de convertirse en mera superstición. Me refiero a la actitud religiosa fundamental, a la necesidad religiosa del ser humano que como creatura está inclinado a vincularse con el Creador”.

También indicó que “en el régimen cristiano, en el orden de la fe cristiana, la virtud de religión es distinta de la virtud de la fe; por eso es importante que esté iluminada continuamente por la fe, que esté sostenida por la esperanza y que esté animada por la caridad. Es decir, tiene que haber una relación estrecha entre la religiosidad, que es propia de una virtud moral y el orden teologal, el orden de las virtudes teologales, la fe, la esperanza y la caridad”.

Precisó que presentaba esta reflexión “para advertir a muchos fieles que a lo mejor porque no tienen una formación suficientemente sólida, aquilatada, entonces van a la iglesia pero también frecuentan a lo mejor un culto cristiano-evangélico, o se vinculan con uno de esos grupos extraños de religiosidad tipo New Age, con el peligro de verse atrapados por una secta. Practican esas alternativas indistintamente, como si todo fuera igual. Así dilapidan la posibilidad de una auténtica relación con Dios, la que nos ofrece la religión cristiana cuando está guiada por una fe viva”.

En el final de su reflexión televisiva, Mons. Héctor Aguer, manifestó que “la religiosidad natural del hombre debe pasar a través de la puerta de la fe. La fe nos introduce en el vasto especio espiritual de la verdad católica, nos ofrece la experiencia de la gracia en la liturgia de la Iglesia, en la recepción de los santos sacramentos y nos inserta en una comunidad cristiana, que no es una secta sino que es la Iglesia Católica, la comunión de los santos, que se hace concreta en la parroquia, en la capilla, en una pequeña comunidad de barrio”.

La solución está en una buena formación
“Como conclusión de estas reflexiones es importante destacar el valor de una formación cada vez más amplia y más profunda en los contenidos de la fe cristiana. Poseemos un instrumento para ello, sólido y actualizado, que es el Catecismo de la Iglesia Católica, de cuya publicación se cumple este año el vigésimo aniversario. Valga esta mención como un estímulo, como una invitación para todos ustedes”, culminó.
Visto en: AICA