San Blas fue médico y obispo en Sebaste, Armenia. Hizo vida eremítica en una cueva del Monte Argeus. Fue conocido por su don de curación milagrosa. Salvó la vida de un niño que se ahogaba al trabársele en la garganta una espina de pescado. Este es el origen de la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta.
También se le acercaban por su cuenta animales enfermos del bosque para que los curase, pero no le molestaban en su tiempo de oración.
Cuando la persecución de Agrícola, gobernador de Cappadocia, contra los cristianos llegó a Sebaste, sus cazadores fueron a buscar animales para los juegos del circo en el bosque de Argeus y encontraron muchos de ellos esperando fuera de la cueva de San Blas. Allí encontraron a San Blas en oración y lo arrestaron. Agrícola trató sin éxito de hacerle apostatar. En la prisión, San Blas sanó a algunos prisioneros. Finalmente fue echado a un lago pero se mantuvo parado en la superficie e invitaba a sus perseguidores a caminar sobre las aguas y así demostrar el poder de sus dioses. Pero se ahogaron. Cuando volvió a tierra fue torturado y decapitado en el año 316.
La fiesta de San Blas, patrono de Dubrovnik (Croacia)
San Blas es una de las fiestas milenarias y emblemáticas de la ciudad de Dubrovnik, recientemente inscrita en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
La víspera de la fiesta de San Blas, el 2 de febrero, Dubrovnik celebra “la Virgen de la Candelaria”; suenan todas las campanas de las iglesias de la ciudad de Dubrovnik y bandadas de palomas blancas son soltadas como símbolo de la paz. El 3 de febrero es la fiesta oficial de San Blas, el santo patrono de la ciudad. Los portaestandartes de las parroquias, engalanados con vestidos folclóricos llegan de todas las inmediaciones de la ciudad y saludan al Santo Patrono, moviendo sus estandartes de manera que nunca pueden tocar al suelo. Se dirigen a la plaza central para participar en el momento culminante de la festividad; una procesión con los relicarios de San Blas que reúne a los obispos, embajadores, autoridades civiles, personalidades invitadas y toda la población de Dubrovnik, desfila por la calle principal, la famosa Stradun, para regresar de nuevo a la iglesia cuando los fieles se reúnen para celebrar el ritual de curación del mal de garganta. Durante la fiesta se manifiestan la creatividad, los cantos folclóricos la representación de artes escénicas y la fabricación de objetos artesanales tradicionales.
Historia
En Dubrovnik, las ruinas de la iglesia de San Esteban en Pustijerna cuentan una de las más hermosas historias de esta ciudad de piedra: San Blas salvó a la ciudad de Dubrovnik del ataque de los venecianos. La víspera del 3 de febrero del año 971, en medio del invierno los venecianos fondearon sus barcos ante los muros de las murallas y accedieron a la ciudad medieval con el pretexto de abastecerse de alimentos y agua para su largo viaje, pero en realidad sus espías tomaron buena nota del número de guardias en las murallas. En medio de la noche el sacerdote Stojko pasó la plaza de la ciudad hacia Pustijerna y la iglesia de San Esteban cuando vio las puertas de ésta abiertas, allí encontró un ejército celestial liderado por un anciano vestido como un obispo y cuando el sacerdote le pidió que se identificase, el dijo que era Vlaho (San Blas) y alertó sobre el ataque que planeaban los venecianos. Así es como Dubrovnik pudo prevenir y repeler el ataque y los ciudadanos establecieron el 3 de febrero como el día de San Blas, el Santo Patrono de la ciudad.
Desde alrededor del 972, Dubrovnik viene celebrando este día en honor al Santo Patrono y fue en 1026 cuando los restos de San Blas, el mártir obispo de Sebaste, fueron transferidos a Dubrovnik.
Tradición
Varias tradiciones se conservan en torno de San Blas: se le considera aún hoy patrón de los cardadores porque sus verdugos, antes de decapitarle, le desgarraron todo el cuerpo con unos peines de cardar la lana. En muchos lugares, el día de su fiesta se bendicen dos velas cruzadas en cruz con las que se toca la garganta de los fieles para prevenir las enfermedades laríngeas, porque según la tradición San Blas, estando en la cárcel, curó a un niño que se moría por habérsele atragantado una espina. Se bendice también el 3 de febrero pan y sal para la curación de hombres y bestias. Se bendice asimismo el aceite de los candiles. En Rusia es considerado patrono del ganado porque las fieras acudían a él para que las bendijera. La popularidad del nombre quedó atestiguada en frases como: “Lo dijo Blas, punto redondo”; “En llegando San Blas, pon pan y vino en la alforja, que día no faltará”; “¡San Blas bendito, que se ahoga este angelito!”; “Por San Blas, besugos atrás”; cuando alguien se atraganta "San Blas, glorioso Santo!".
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