martes, 12 de abril de 2011

UN HOMBRE QUE SIRVIÓ FIELMENTE A SUS AMOS

Algunas  Razones para NO beatificar  a Juan PabloII el modernista santo del Concilio Vaticano Segundo y del Nuevo Orden Mundial, expuestas por el Arzobispo greco-católico-ucraniano Elías, quien se opone a reedición de Asís, a la beatificación del hereje y argumenta duramente.
La iglesia Greco-católica-ortodoxa-ucraniana se encuentra en plena comunión con Roma y han hecho saber estas inquietudes al Santo Padre actual y a todos los obispos del mundo.

http://legioncatolica.blogspot.com/2011/02/que-problema-no.html

Por: Padre Hervé Gresland
En este artículo publicado por los padres dominicos de Avrillé, en la revista Le sel de la terre nº55, el padre Gresland completa las reflexiones hechas en otro articulo, “Balance de un pontificado” que apareció en Nouvelles de Chrétienté (1). Los errores de Juan Pablo II, particularmente en el terreno doctrinal, ponen en evidencia la imposibilidad de una beatificación por parte de la Iglesia Católica.

UN HOMBRE DEL VATICANO II EN RUPTURA CON EL PASADO

6a00d83451ed6e69e201156fb24ff9970b-800wi

Juan Pablo II es un hombre del Concilio Vaticano II, donde tomó parte activa, en particular para la redacción de la constitución Gaudium et Spes (todavía llamada la Iglesia en el mundo de hoy). Ha sido elegido para aplicar y poner en obra el Concilio, igual que su sucesor, puesto que el Vaticano II es la referencia intocable de esta Iglesia Conciliar. Su nuevo Código de derecho Canónico (1983), así como su Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica (1993), han tenido por objetivo aplicar todavía más el Vaticano II en la práctica de la Iglesia.
La verdad, para Juan Pablo II, es el Vaticano II. Una ruptura se dibuja, un velo se extiende sobre la enseñanza de la Iglesia y de los papas anteriores, como si la Iglesia después de veinte siglos de balbuceos, hubiese nacido de repente en 1962. Juan Pablo II, ignora a los papas de los últimos siglos. Si por casualidad llega a citarlos, es de pasada, casi por accidente: no se refiere a ellos como a maestros encargados de transmitir fielmente el depósito revelado. Las notas y referencias de todos sus documentos demuestran la preponderancia aplastante del magisterio conciliar sobre la enseñanza tradicional de la Iglesia, lo cual nos indica que hemos entrado en una nueva era.

Encuentro de Juan Pablo II con Rowan Willians, cabeza de la Iglesia anglicana, en octubre de 2003.

UNA EXTRAÑA TEOLOGÍA
La llave del pensamiento de Juan Pablo II es ese principio del Concilio (2) que ya podemos ver en su primera encíclica Redemptor hominis (3):
“Puesto que en El (Cristo) la naturaleza humana ha sido asumida, no absorbida, por este mismo hecho, esta naturaleza ha sido elevada en nosotros también a una dignidad sublime. En efecto, por su encarnación, el Hijo de Dios se ha unido en cierta manera a todo hombre”, y “para siempre” añade Juan Pablo II.
“Cristo está unido en cierta manera al hombre, a cada hombre sin ninguna excepción, incluso si este último no es consciente de ello”.(4)
En toda lógica, el papel de la Iglesia no será pues el de unir a los hombres a Jesucristo (ya lo están) sino de hacerles tomar conciencia de esta unión. De ahí emana el dialogo con todos los hombres (no se trata pues de aportarles verdades desde el exterior, sino de ayudarles a vivir mejor aquello de lo cual son ya portadores) y la insistencia sobre la dignidad del hombre.

EL CULTO DEL HOMBRE
El Evangelio predicado por Juan Pablo II es el de la admiración del hombre por sí mismo. Se llega a discursos de sabor masónico como el pronunciado en la sede de la UNESCO en 1980.
“Hay que considerar, hasta en sus últimas consecuencias e íntegramente, al hombre como un valor particular y autónomo, como el sujeto portador de la trascendencia de la persona. Hay que afirmar al hombre por sí mismo, y no por algún otro motivo: únicamente por sí mismo”. (5)
Todo el Evangelio, toda la Tradición de la Iglesia nos dicen: no. Hay que considerar al hombre, no en sí mismo, pobre criatura, sino en su relación con Dios, por haber sido creado y rescatado por Él. El hombre no es autónomo, no se rige por sus propias leyes, sino por aquellas que Dios le ha dado y a las cuales está obligado a someterse. Solamente Dios es trascendente. Y la culpa original fue precisamente el deseo de ser trascendente, es decir “como Dios”. Afirmar al hombre únicamente por sí mismo, es deificarlo.

LA ACEPTACIÓN DE TODAS LAS RELIGIONES


J.P.II hoy por hoy

3 comentarios:

  1. Nadie se imagina el gran negocio que está realizando con motivo de la beatificación de este hijo de p... , masón y traidor a nuestra Patri en Malvinas.
    Fernando

    ResponderEliminar
  2. No lo puedo creer, que aeste viejo sotreta lo tengamos que ver ahora en estampitas.. que castigo del destino.
    Fernando

    ResponderEliminar
  3. MÁS ALLÁ DE LO QUE PUEDA SIGNIFICAR JUAN PABLO II PARA MUCHAS PERSONAS, LO CIERTO ES QUE REALIZO EL TRABAJO QUE SE LE ENCOMENDO DE ABRIR PASO AL NUEVO ORDEN MUNDIAL EN ESTE MUNDO, SUBDITO DE TERRIBLES INICIACIONES, NO SOLO SUS ENCICLICAS SI NO LA PERMICIÓN DE PERTENECER A CULTOS CONTRARIOS A LA DOCTRINA DE CRYSTO, POR SUS OBRAS LO CONOSEREIS Y SERA SUBIDO A LOS ALTARES EL 1 DE MAYO... SABEN EL SIGNIFICADO DE LA FECHA, HAY MUCHO TODAVIA DE ESTE PERSONAJE CENTRAL PARA EL LAVADO DE CONCIENCIAS DEL ANTICRISTO

    ResponderEliminar