Y pensar que hay algunos que todavía entre las filas del "nacionalismo" reivindican a RAUL RICARDO ALFONSIN como un gran estadista y otros también lo hacen con JORGE RAFAEL VIDELA, entonces digo: ...La historia los pasó por encima y no aprendieron nada, son incapaces de entender el pasado tal cual fue, las consecuencias que produjo, entonces ¡Cómo pueden comprender el presente! ¡Bueno, creo que en gran medida es como nos va! Pero, lo peor es proyectar el futuro y ese futuro es un futuro apocado, de disolución y de gran dolor para nuestra Patria, lamentablemente tengo que decir que ese futuro es de violencia, tendremos que soportar el dolor de la muerte, de la desesperación por lo incierto, la dialectización social, etc etc. Viviremos lo que se fue deconstruyendo y luego el hombre del nihilismo su construcción, la pobreza y la marginalidad estructural, todos esos actores cobraran relevancia, así es como esa sociedad atomizada, sin ninguna norma que los rija, donde el estado de derecho es una mera entelequia, pero sí serán embaucados con el voto, soporte de la democracia partidocratica, al igual que siempre, creerán que eligen y en verdad son manipulados entre opciones ya determinadas por los grandes poderes que hoy manejan la Argentina. Estos poderosos, días pasado le tomaron examen a los candidatos que podrán gobernar o no, de acuerdo a sus conveniencias, pero que a la postre sí le son convenientes por supuesto, serán presidente. En muchas partes del país, hoy el narcotráfico ha penetrado en todos los estamentos sociales, aflora ese hombre nihilista, que sólo quiere satisfacciones inmediatas y saciar sus bajos instintos. Elegí a estos dos personajes de la historia, porque ellos fueron quienes dieron comienzo a la disolución Argentina, por supuesto que ya todos conocen mi pensamiento respecto a los que les siguieron. Por favor, que nadie crea que lo que nos ocurre actualmente es producto de la incapacidad, no, no, absolutamente no, esto es un plan perfectamente ejecutado y son los que buscan que la Argentina tenga un triste final.