domingo, 29 de octubre de 2017

DOMINGO DE CRISTO REY



Hoy 29 de octubre, celebramos la Fiesta Cristo Rey, que se celebra el domingo anterior al día de Todos los Santos (1 de noviembre), según lo promulgó S.S. el Papa Pío XI en la Encíclica "Quas primas" el 11 de diciembre de 1925.
Esta Encíclica fué escrita con motivo del año Jubilar que marcaba el XVI Centenario del Sacrosanto y Ecuménico Concilio de Nicea, en el cual se definió y proclamó el dogma de la consubstancialidad del Padre y el Hijo, y en el que se añadió al Credo la frase "y su reino no tendrá fin", estableciendo así la realeza de Nuestro Señor Jesucristo.
La Fiesta fue una respuesta al aumento de la secularización, el ateísmo y el comunismo.
Mientras que el mundo les dice cada vez más elocuentemente a los cristianos que deben compartimentar su religión y dar su mayor lealtad al gobierno, el Papa Pío XI escribió sobre la fiesta:
"Porque si a Cristo nuestro Señor le ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra; si los hombres, por haber sido redimidos con su sangre, están sujetos por un nuevo título a su autoridad.
Si, en fin, esta potestad abraza a toda la naturaleza humana, claramente se ve que no hay en nosotros ninguna facultad que se sustraiga a tan alta soberanía.
Es, pues, necesario que Cristo reine en la inteligencia del hombre, la cual, con perfecto acatamiento, ha de asentir firme y constantemente a las verdades reveladas y a la doctrina de Cristo.
Es necesario que reine en la voluntad, la cual ha de obedecer a las leyes y preceptos divinos.
Es necesario que reine en el corazón, el cual, posponiendo los efectos naturales, ha de amar a Dios sobre todas las cosas, y sólo a El estar unido.
Es necesario que reine en el cuerpo y en sus miembros, que como instrumentos, o en frase del apóstol San Pablo, como armas de justicia para Dios, deben servir para la interna santificación del alma.
Todo lo cual, si se propone a la meditación y profunda consideración de los fieles, no hay duda que éstos se inclinarán más fácilmente a la perfección".

sábado, 28 de octubre de 2017

INVOLUCIÓN PERMANENTE Y VUELTA AL SALVAJISMO



Por: Juan Rosi

En estos últimos años se ha acrecentado en forma alarmante el odio y ellos es directamente impuesto desde la misma enseñanza, desde la misma educación, pero lo triste es que quienes enseñan no son capaces de advertir la gravedad de lo que ellos están transmitiendo a nuestros hijos. Son parte de una dialéctica revolucionaria, subversiva, ya que atacan nuestras raíces mismas como nación Católica e Hispana, a la cual manifiestan un profundo odio. Se nos ha impuesto una ideología de género como una forma igualitarista cuando en realidad se ataca lo más profundo de nuestra naturaleza, luego hablan de multiculturalismo, hacen apología de un indigenismo rabioso, propia de su involución y atacan todo lo que sea Hispano-Católico, adjudicándole a quienes llegaron a esta tierras una voracidad insaciable frente a unos “desprotegidos y pacíficos” habitantes; cuando en realidad no eran ni pacíficos y menos aun desarmados habitantes. Poco a poco se nos va cambiando nuestra identidad, todo está siendo cambiado, propio de ese odio ciego al Hispanocatolicismo ya no tenemos al 12 de Octubre como fecha donde celebrábamos el día de la Raza o de la Hispanidad, ya no somos una raza sino que somos varias que convivimos, pero los que han pensado la Argentina, pensaban precisamente en una síntesis racial entre el indio y el hispano, es que ahí donde surge el gaucho, baluartes de nuestra raza Argentina, cuyas máximas se expresan en la obra del Poeta José Hernández, la ya universal obra del Martin Fierro. La ingeniería social globalista ha pensado en diezmar a nuestro pueblo y llevarnos a enfrentamientos fratricidas, poco a poco van fabricando el odio, fragmentando todo, llevando la dialéctica a límites inimaginables. Los argentinos hasta no hace mucho tiempo, no teníamos problemas raciales, pero gradualmente los enfermos del odio, sostenedores de un nihilismo perverso, nos fueron metiendo en esa brecha, fueron agitando y exacerbando el fanatismo indigenista de unos pocos en beneficio de insospechados intereses divisionistas provenientes de nuestros enemigos históricos, son serviles inconscientes de quienes los usan, ellos se creen democratistas, libertarios e igualitarios, pero solo sirven a la disolución de nuestra Patria. 
Creo que debe surgir una corriente de pensamiento que rescate nuestras raíces y volvamos a ser una nación que logre establecer lo que muchos pensadores Patriotas llamaron “EL SER NACIONAL”, lograr una unidad racial que nos permitan “SER ARGENTINO” y de esa manera poder planificar una grande Argentina, en comunión con los demás estados hispanoamericanos, rescatando la Cultura y nuestra Santa Fe que nos diera la madre Patria. Esta corriente de pensamiento permitió ser a España y a todo el occidente una gran civilización, conocido como la edad de Oro español; hoy esos enemigos de nuestra herencia Hispana, pretenden minar los vestigios que aún nos quedan y quienes pretendemos vivir en paz y ser coherentes con nuestras tradiciones.